miércoles, 13 de marzo de 2013

LA RIOJA- INFORMALIDAD II


Abusos y falta de información

Los trabajadores que viven en las fincas tienen que comprar los víveres a los contratistas a precios exorbitantes, como en las peores épocas de las explotaciones rurales. La empresa dice que no puede albergar a todos los peones en la finca.

Desde La Rioja
En el kilómetro 3 de la ruta provincial 25 hay una ancha tranquera blanca con un cartel que anuncia que la finca Promas es propiedad de Mastellone Hermanos, la conocida empresa de productos lácteos. El 1º de marzo pasado hubo una inspección del Ministerio de Trabajo nacional y arrojó que solo 65 de los 302 empleados estaban debidamente registrados en la AFIP. La delegación del Renatea fue recibida ayer por la mañana, en medio del arribo de nuevos trabajadores, en micros de la empresa. El campo tiene alrededor de 1600 hectáreas sembradas con olivos destinados a preparar aceite, en el mismo lugar, o vendidos a terceros, para que lo envasen como aceitunas de mesa. El principal objetivo de los inspectores es detectar cuántos trabajadores tienen su Libreta de Trabajo Agrario (LTA), pero las actas contienen una hoja aparte para las denuncias de los trabajadores, sin que los patrones accedan a ellas.
En la oficina, a pocos metros de la tranquera, un cartel del Ministerio de Trabajo informa que el establecimiento “registra alta siniestralidad”, es decir, mayor riesgo de accidentes laborales. El equipo del Renatea se dividió: unos partieron al campo para relevar trabajadores, otros solicitaron información a los empleadores. Desde campo adentro vino un cuatriciclo a toda velocidad, trayendo a una persona con un hombro lastimado. Lo dejaron en la garita de vigilancia, acompañado de dos muchachos: uno dijo tener fiebre, el otro mucho dolor en la boca del estómago.
Mientras, los peones recién llegados esperaban ser registrados en la AFIP y descargaban en el piso sus cestos para recoger aceitunas. “Si usás pulóver te lo sacás y hace más fresquito. Eso hacen los chaqueños y los salteños”, contó Pedro, un peón de 48 años. El hombre, que vive cerca, en Catamarca, aseguró que soporta temperaturas que a veces pasan los 40 grados y que no le den botas y ropa adecuada, y si no reclama es porque no se consigue trabajo a su edad.
Juan, riojano, de 30, comentó que fue por trabajo a un supermercado grande. “No tengo secundario, por eso no me tomaron”, explicó.
La paga por un cajón de aceitunas, que tiene el tamaño de los utilizados en los lavaderos de ropa, es de 14 pesos. El que sabe trabajar puede ganar 1400 pesos por quincena. El gerente explicó que por la “dificultad” de conseguir cosechadores, se recurre a los cuadrilleros, que buscan peones en Salta, Chaco y Jujuy principalmente. “Todos son trabajadores temporarios, están todos en blanco, y si tienen accidentes la ART se hace cargo y a los trabajadores se les paga por los días no trabajados. Además, tenemos un servicio médico. Si alguien se accidenta o tiene otro problema, en 15 o 20 minutos viene una ambulancia”, aseguró el gerente, Ramón Terzeghide.
Había pasado hora y media cuando este cronista partió a recorrer los olivares y los lugares de alojamiento de quienes duermen dentro de la finca, sin que apareciera una ambulancia. En el camino había miles de olivares que forman extensos bosques, muchas veces protegidos del viento por hileras de casuarinas. La cosecha manual se aplica solo a las aceitunas que se procesan para llevar a la mesa. Los empleados se suben a esos árboles en escaleras hechas con madera de álamos o de aluminio. Muchos cuelgan de las ramas el almuerzo y sobre el piso dejan las botellas con agua congelada.
Las caídas de la escalera son frecuentes. Otros riesgos son la presencia de yararás, arañas grandes y el calor. Las condiciones habitacionales aportan lo suyo. Para empezar, el botiquín está vacío. Los delegados del Renatea constataron, mientras una cuadrilla limpiaba a las apuradas baños y cocina, que las habitaciones no tenían las ventanas correspondientes y había una ínfima cantidad de hornallas eléctricas. A falta de cocinas, la mayor parte de la cocciones se hacen a leña. “También notamos que pocos techos de chapa tienen membranas para bajar el calor y demasiadas camas para lo que se permite”, observó el inspector Patricio Guendulain.
Como en otros lugares relevados por esta entidad y otras como la AFIP y el Ministerio de Trabajo, existen sobreprecios en la comida. Este era uno de los motivos por los que ayer un grupo de santiagueños y chaqueños pensaba irse a solo tres días de llegar al campo. “Somos cuatro. Compramos dos kilos de fideos, sal, dos puré de tomates, jugo en polvo a tres pesos el sobrecito, cinco kilos de harina y kilo y medio de grasa, aceite y tres kilos de carne. Nos cobraron casi 400 pesos. No cierra por ningún lado”, dijo Felipe, de 22 años, quien vive con su pareja e hijos en Santiago del Estero.
Los alimentos los venden los cuadrilleros y están guardados en un container verde, frente a los galpones donde deben dormir los empleados. “Los que están parando afuera deben están mejor porque pueden hacer las compras en la ciudad, que es mucho más barato. Desde acá también te llevan a veces, pero te traen tarde y perdés de una jornada de trabajo”, agregó el joven. En Santiago del Estero ganaba 350 pesos por semana, lo mismo que ganaría en la finca porque solo logra llenar siete cestos diarios, cuando el resto pasa los 20. “Vine por un anuncio en la radio. Fui directo a la terminal y de ahí me trajeron, espero conseguir la plata para volver”, dijo.
El gerente admitió que las condiciones habitacionales son limitadas. “Como no entran todos, buscamos espacios en la ciudad, que no está preparada a veces”, dijo. Luego prometió hacer lo que haga falta para dar un buen alojamiento y destacó la labor “conjunta” con los organismos de contralor provinciales y nacionales para mejorar la parte habitacional. “No podemos ampliar los galpones porque a duras penas cosechamos este año”, agregó. Según él, los costos de la actividad manual hacen poco rentable la venta de aceitunas.
Los fiscalizadores pasaron mañana y tarde registrando la situación de los trabajadores. “Es importante saber si tienen la libreta del Renatea (LTA) o hacérselas, porque les da varios beneficios. Prueba la relación laboral, establece categorías, antecedentes de trabajo y permite hacer estadísticas”, explicó el inspector Máximo Martínez Zavalía. Luego agregó que la LTA sirve, cuando se trata de un trabajador permanente que da una prestación discontinua, como los cosecheros, porque si al año siguiente no lo llaman tienen que indemnizarlo. Además, la libreta incluye un seguro de desempleo. “El problema central de estos derechos es la falta de información sobre ellos. Si no hay información, las leyes son más declarativas que operativas”, agregó este inspector y abogado laborista.

LA RIOJA - INFORMALIDAD I


2 de marzo de 2013 - 07:32

Más de 350 trabajadores eran explotados por una productora de aceitunas


Rioja. Eran sometidos a condiciones de hacinamiento y precariedad. Recibían un pago a destajo, según la cantidad de kilos de aceituna recolectados.



Cerca de 360 trabajadores eran sometidos en La Rioja a una situación de trata laboral en una empresa olivícola, donde permanecían en condiciones de hacinamiento y de gran precariedad.
La delegación provincial del Registro Nacional de Empleadores y Trabajadores Agrarios (Renatea) comprobó que los trabajadores eran sometidos a condiciones de hacinamiento y de gran precariedad, y no recibían una remuneración mensual sino un pago a destajo, según los kilos de aceitunas recolectados, lo cual viola la ley de empleo agrario, según relató Ana Córdoba, responsable de la delegación riojana de Renatea.

Otras infracciones laborales registradas al visitar la finca son la falta de elementos de seguridad laboral, ya que usaban escaleras de madera de álamo de una sola línea que apoyan en los árboles y carecían de guantes, botas, protección para el sol y ropa adecuada, todos elementos que por ley deben ser provistos por el empleador.

Unos 150 trabajadores se encontraban alojados en un galpón de chapa ubicado en el fondo de la finca, a siete kilómetros del ingreso. El lugar sólo cuenta con ocho letrinas, y los empleados debían cocinarse a la intemperie y con leña que ellos mismos recogían.

Las habitaciones, que albergaban a 30 personas, tenían una sola ventana sin vidriosque impidieran el ingreso del polvillo y del agua de lluvia.

El resto de los trabajadores se encontraban diseminados en casas, muchas de ellas ex prostíbulos, sobre la ruta provincial 5 o en calles cercanas, en la ciudad de La Rioja, también en condiciones sumamente precarias, y eran transportados diariamente por la empresa de la ciudad al campo. En una de esas viviendas había funcionado un prostíbulo regenteado por Liliana Irma Medina, una de las acusadas (recientemente fallecida) en la causa Marita Verón.

Entre los alojados hay dos parejas con niños de ocho y 14 meses, respectivamente.

Los operativos se iniciaron con denuncias por problemas de salud de un trabajador, al que se agregaron casos de despidos en los que no se abonaron las jornadas trabajadas y se expulsó a las personas de las viviendas, por lo que había abandono de trabajadorcarencia de alojamiento y falta de recursos para alimentarse y también para regresar a su lugar de origen.

La finca, de 1.600 hectáreas, se encuentra sobre la ruta provincial 25, a sólo 18 kilómetros de la capital de la provincia, y fue inspeccionada a partir de una denuncia presentada por un sindicato local de trabajadores agrarios, por el caso de un joven cosechero de 22 años que padecía una pancreatitis.

Quienes vivían en la finca debían caminar siete kilómetros para salir a la ruta, y luego tomar un transporte a la ciudad por el que debían pagar aproximadamente 100 pesos.

Para comprar alimentos y elementos de primera necesidad podían abastecerse de los propios cuadrilleros que los contrataban y que les vendían dentro de la finca a precios muy por encima del valor de mercado, o bien tomar un colectivo los domingos a las 8, en el que iban a la ciudad y que a las 11 los llevaba de regreso.

El domingo era el único día que disponían para esto, ya que trabajaban de lunes a sábado, en jornadas de unas 13 horas que comenzaban a las seis.

En la primera inspección, el joven con pancreatitis relató que lo alojaban en una casa donde habría funcionado un prostíbulo, y que con él vivían otros cosecheros que trabajaban en la finca, todos sin libretas de trabajadores agrarios, algunos de ellos con quebraduras por la caída desde olivos en los que cosechaban manualmente las aceitunas destinadas al consumo en mesa.

También había menores de edad y todos vivían en condiciones indignas, con baños sin agua, algunos de ellos químicos, pero que no funcionan.

Tampoco había cocina ni lugar para dormir para todos los alojados. Esta inspección derivó en el registro de otras dos casas "donde tienen gente escondida", según relataron los trabajadores, con resultados similares.

Los jóvenes relataron que esta situación se repite año tras año con personas que provienen de distintas provincias, fundamentalmente de Salta, Tucumán y Santiago del Estero, donde son "reclutados" por los "cuadrilleros" de las empresas.

"Venimos y nos tratan mal, y nos estafan todos los años. Y si venimos es porque tenemos necesidad", sostuvo un cosechero, a cuyo lado se encontraba uno de los trabajadores que estuvo internado en un hospital.

"Me han dado el alta y he vuelto tres veces yo solo. Los de la empresa no se han aparecido, nunca han ido al hospital a verme", denunció el hombre. 

viernes, 8 de marzo de 2013

“crisis” del sector olivícola.....ME SUENA ....

Renuevan críticas al oficialismo por la “crisis” del sector olivícola

Para el riojano Julio Martínez, los fondos prestados por seis meses a los productores
 son un “parche” porque no contemplan el período de la cosecha. Insistió en eliminar
las retenciones a la aceituna de mesa y elevar el reintegro por exportaciones, entre
otras medidas.
El diputado nacional Julio Martínez (UCR-La Rioja) aseguró que la olivicultura pasa por una situación
“preocupante fruto del retraso cambiario y el aumento en los costos de producción”, y se quejó porque
ninguna de las soluciones que propuso junto a su par Inés Brizuela y Doria fueron escuchadas por los
gobiernos nacional o provinciales.

“Sólo vinieron con un parche”, expresó en referencia al fondo rotatorio obtenido por el gobernador
Beder Herrera y que se prestó a los productores por el lapso de seis meses. “Paradójicamente hoy
 se están cumpliendo esos seis meses y lo tienen que devolver cuando están necesitando el dinero
para la cosecha”, remarcó.

Martínez afirmó que “son los medianos y pequeños productores los que más sufren ésta situación
porque no tienen mecanizada su cosecha y no tienen posibilidades de adquirir esa maquinaria”.

Explicó que la aceituna de mesa es la más que se cotiza ya que se debe cosechar a mano por lo
daños que puede sufrir: “Es probable que la mayoría de la aceituna de mesa quede en la planta y
sea destinada a la elaboración de aceites, con la reducción de ingresos que esto genera, por falta
 de mano de obra y financiamiento”, explicó.

Martínez auguró un “año difícil” para los productores porque “desde el Gobierno nacional no se han
preocupado en brindar soluciones al sector”.

Recordó en ese sentido que uno de sus proyectos busca eliminar las retenciones que tiene la
aceituna  de mesa al momento de su exportación y elevar al 20 por ciento el reintegro de las
exportaciones que actualmente es del 10.

El legislador radical también anunció una iniciativa para que se incorpore al aceite de oliva y
 las aceitunas demesa entre las 200 posiciones arancelarias en las que se pueden elevar en
 forma transitoria hasta el 35por ciento la Alícuota del Arancel Externo Común (AEC), para productos
 originarios de países extrazona del  MERCOSUR. La herramienta del “Arancel Externo Común” (AEC)
data de 1995 para los estados miembros  del Mercado Común del Sur y se aplica para “atenuar los
 problemas derivados de desequilibrios con el producto”, recordó Martínez.´

proyecto de instalación de un laboratorio público olivícola


Instalarán un laboratorio público olivícola en La Rioja

Instalarán un laboratorio público olivícola en La Rioja)
Beder Herrera y el diputado nacional Javier Tineo se reunieron con el Presidente 
del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) Ing. Ricardo Horacio Del Valle.
El encuentro se llevó a cabo en La Casa de La Rioja en la ciudad de Buenos Aires.
 El objetivo fue conocer los detalles del proyecto de instalación de un laboratorio público olivícola 
en La Rioja, uno de la red de diez laboratorios olivícolas que proyectó el INTI, para garantizar
 la calidad y genuinidad del aceite de oliva ante los mercados.
Según expresó el presidente del INTI “la decisión institucional es apoyar y fortalecer a la provincia de 
La Rioja a través de su Centro de Investigación con la instalación de laboratorios que realicen ensayos e investigaciones para el sector olivícola y con la posibilidad de ampliar estos servicios a otros sectores 
de interés (vitivinícola, agroindustrial, alimenticio, etc)”. El funcionario anunció además que en el mes
 de abril licitará el proyecto del laboratorio, infraestructura y equipamiento, con una inversión de 2 
millones de pesos en el predio del INTI La Rioja, situado en terrenos cedidos por el Estado Provincial.

El diputado Tineo, autor de la Ley 26.839 que declara al aceite de oliva como “alimento nacional”, 
se mostró optimista con la instalación de un laboratorio público de alcance nacional, ya que potenciará
 al sector productivo olivícola local. “Tanto esta acción, como la promulgación de la Ley 26.839, 


como la decisión política de La Rioja de integrar el Consejo Olivícola Federal de reciente creación, 
y otras medidas de protección de nuestras economías regionales, van a beneficiar enormemente la
 producción y el consumo interno”.

Y remató diciendo: “Es interés del gobernador Beder Herrera defender la genuinidad del aceite del oliva. 
Por eso estamos trabajando en políticas públicas que fomenten tanto la producción primaria, con
 aceitunas que sean íntegramente cosechadas en territorio argentino, como la industrialización en el país”.

jueves, 7 de marzo de 2013

Por cajón pagan 12 o 13 pesos.


Aceitunas: cosechadores, con misma paga que 2012

Por cajón pagan 12 o 13 pesos. Industriales dicen que está a tono con el precio chato de la aceituna.

Las primeras aceitunas destinadas a conserva se empezaron a levantar esta semana en San Juan y con ello despuntaron las primeras conclusiones. La buena, la cosecha viene con un 60% más de volumen que la campaña anterior; la mala, el pago que están recibiendo los casi 5.000 cosechadores será el mismo que un año atrás, es decir entre 12 y 13 pesos de bolsillo por cajón de 20 kilos. Las razones que esgrimen los industriales se resumen básicamente en dos: el chato precio del kilo de aceitunas que no se despega de los valores del 2012 -entre 0,45 y 0,50 dólares-, y que entre la temporada 2011-2012 el valor por cada caja recogida trepó hasta un 44%, es decir, más de lo esperado. Estas aceitunas no son cosechadas mecánicamente pues inevitablemente se machucan, por lo que el 100% del trabajo es manual. En la provincia, entre variedades conserveras puras y multipropósito, hay unas 14.000 hectáreas, estimaron fuentes de la Cámara Olivícola de San Juan. 


Los que conocen el paño aseguran que un obrero joven puede embolsar unos 260 pesos al día, lo que redundaría al cabo de un mes (trabajando sólo de lunes a viernes, como se acostumbra en las fincas) en orden a los 5.200 pesos. Claro que para ello debe dejar al ras unos 20 canastos. ‘’La mayoría son plantas jóvenes y los rindes son buenos. En estos trabajos a destajo el que más descansa, menos paga recibe’’, apuntó el productor Daniel Dates. En lo estrictamente legal, el mes pasado se definió que se pague por el trabajo de cosecha 14,09 pesos para la aceituna aceitera y 18,23 pesos para la de conserva, pero son sólo valores de referencia a los fines de establecer las cargas sociales, debiendo sí o sí cada productor definir el precio con sus trabajadores, que por estos días se ubica entre 12 y 13 pesos contantes y sonantes. 

Esta vez, a decir de los productores, la falta de cosechadores no sería un problema, ya que apuestan a conseguir gente en estos dos meses y en abril, cuando comience la aceitera, la mecanización equilibra el faltante de personal.


buena cosecha 2013


Prevén una buena cosecha de aceitunas

Pese a que se logró una recuperación en volumen del 123% respecto al año pasado, preocupa la falta de financiación.


Prevén una buena cosecha de aceitunas


No todas son malas noticias para el sector olivícola. En medio de una situación económicamente compleja, el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) lanzó un pronóstico de cosecha de olivos que muestra una clara mejoría respecto al año pasado.

Esta temporada se cosecharían un total de 80.524 toneladas de aceitunas, de las cuales 59.136 tendrían destino a conserva y 21.388 toneladas se destinarían a la producción aceite.

Estos números significan una mejoría del 123,65% respecto a 2012, cuando se cosecharon 36.003 toneladas, según el pronóstico del IDR de ese año. Cabe aclarar, que en cada relevamiento el Instituto considera que puede existir hasta un 10% de margen de error, ya sea por mayor o por menor producción.

Dentro del territorio mendocino, el departamento de Maipú será el que más aceituna aportará. Según el pronóstico se levantarán 31.192.566 kilos de la variedad Arauco. En el resto de la provincia se cosecharán otros 18.447.208 kilos de esta variedad.

San Rafael, por su parte, tiene casi un 50% más de superficie olivícola que Maipú, pero su aporte este año será de 10.710.030 kilos de aceitunas. Esa cantidad corresponde a la variedad Arbequina. En tanto, el resto de Mendoza, logrará una cosecha aproximada de 1.338.881 kilos de este tipo de aceituna.

Cecilia Fernández, jefa del Área de Desarrollo Frutícola del IDR, explicó que las plantas de aceituna Arauco están principalmente en Maipú y se producen a través del sistema tradicional. Esto da lugar a árboles muy grandes con mucha producción. Esta variedad, es utilizada mayormente por la industria conservera.

La Arbequina, por el contrario, se produce con plantas mucho más chicas con una mayor densidad por hectárea. En este caso, el principal destino de las aceitunas es convertirse en aceite.

Continuando con el pronóstico, el IDR estima que en Mendoza se podrán cosechar 9.288.808 kilos más de aceitunas aceiteras, mientras que las conserveras restantes son 9.496.655 kilos. Todo esto da la suma de 80.524.147 kilos de aceituna.

Se completa así un pronóstico con mucho mayor volumen que el año pasado. En este sentido, Fernández aclaró que en 2012 tuvo lugar una cosecha "especialmente mala".

"Si bien la diferencia con 2012 es notable, este año la producción está dentro de los parámetros normales", aseguró la jefa del Área de Desarrollo Frutícola del IDR.

Consultada sobre la posibilidad de abandono de fincas olivícolas, por la crisis de rentabilidad del negocio, Fernández reconoció que algunas propiedades han tenido dificultades para producir. No obstante, como punto a favor destacó la capacidad de la planta del olivo para recuperarse y seguir produciendo luego de una época de pocos cuidados.

Falta financiamiento
Un experto del negocio olivícola, Rodolfo Vargas Arizu, consideró que la recuperación de los volúmenes de cosecha es un dato positivo.

Sin embargo, comentó que sería mejor noticia en un año de condiciones económicas normales.
"El sector productivo está descapitalizado y el sector industrial con muy pocas posibilidades de financiar la cosecha", indicó.

"Los costos son cada año más altos. Se nota en la mano de obra y también en otros puntos gastos como los aranceles de exportación. Además, el tipo de cambio atrasado casi anula completamente las posibilidades de financiación", continuó el experto.

Las mismas preocupaciones manifestaron desde la Cámara Olivícola Riojana, desde donde advirtieron que "a pesar de haber proyectado una importante producción de aceitunas, la cosecha no podrá ser levantada en su totalidad por falta de mano de obra y de asistencia financiera a los productores", según informó diario Clarín.

Vargas Arizu teme que ocurra lo mismo en Mendoza. "La industria conservera se encuentra en las mismas malas condiciones económicas", señaló.

Más allá de las dificultades para levantar la cosecha, en vistas a la temporada 2013, el profesional se lamentó al decir que "las perspectivas no son buenas".

"En el plano internacional ha levantado el precio del aceite de oliva, lo cual es positivo, pero Argentina ha perdido muchos mercados en los últimos años y será muy difícil recuperarlos con el tipo de cambio tan atrasado", indicó.