miércoles, 29 de junio de 2011

“Olivos solares”,un ejemplo de ahorro

“Olivos solares”,un ejemplo de ahorro

             


De sol a sol. Esta es una de las expresiones que desde siempre ha descrito el trabajo agrícola. La imagen del agricultor con la espalda doblada por el peso de los golpes de la azada sobre la tierra pertenece al pasado. La tecnificación agrícola ha aliviado las tareas de labor, pero ha aumentado el consumo de energía. Ahora es tiempo de ahorrar desde una producción verde.
E l Centro de Transferencia Tecnológica “La Chimenea”, situado al sur de la Comunidad de Madrid entre los
municipios de Aranjuez y Colmenar de Oreja, propone un sistema de producción renovable que está demostrando su eficiencia para satisfacer las necesidades energéticas de una explotación agraria moderna. Es la solución a problemas como, por ejemplo, la lejanía de las líneas de suministro eléctrico.
Sin este tipo de sistemas terrenos ahora cultivados quedarían yermos, ya que sería casi imposible además de muy caro hacer llegar la electricidad a la explotación.
En “La Chimenea”, el Instituto Tecnológico de Desarrollo Agrario (ITDA) puso a funcionar hace un año un sistema de riego fotovoltaico para suministrar agua a 621 olivos dispuestos a lo largo de tres hectáreas de terreno. Hoy es una plantación de árboles incipientes que “dentro de cuatro años producirán 15 toneladas de cornicabra, una aceituna larga y puntiaguda elegida en este caso por su resistencia a las temperaturas
extremas que se registran en la zona, tanto en invierno como en verano”, explica César de la Cueva Spínola, Director del Departamento Técnico del ITDA.
De sol a sol
El sistema de producción de energía está formado por 60 módulos solares fotovoltaicos del tipo BP-585U. La elección de estos paneles no es causal. Se optó por ellos por su sensibilidad a la luz, ya que son capaces de
transformar en electricidad la radiación solar difusa que se produce a primera hora del día y a última hora de la tarde, trabajan sin descanso como el agricultor desde el alba hasta el ocaso. Tienen una potencia unitaria de 85 W pico/h, dotando al sistema de una potencia máxima instalada de 5,1 kWp. De esta manera, los rayos del sol generan electricidad de 24 voltios de corriente continua que un transformador convierte en corriente alterna trifásica de 220-380 voltios, que se almacena en un grupo de baterías. La electricidad
obtenida es suficiente para accionar dos equipos de bombeo sumergidos en un pozo que suministrarán agua a la plantación de olivos y servirá para mantener operativo un sistema de seguridad constituido por cuatro
células fotoeléctricas que protegen el recinto de cualquier hurto.
Veinticuatro paneles solares se encargan de la demanda eléctrica de una electrobomba capaz de extraer 1,5 metros cúbicos de agua cada hora a una presión de 4 atmósferas accionando un motor de 1,5 CV.
Este conjunto se utiliza para el suministro directo a presión de una parte del cultivo. Los otros 36 módulos fotovoltaicos de la instalación son la fuente de energía de otro equipo de bombeo que con un motor de 2 CV extrae del pozo 4 metros cúbicos de agua cada hora a una presión de 3 atmósferas. El cometido de esta electrobomba es doble. Además de extraer el agua del pozo se encarga de enviarla a un depósito regulador a través de un sistema de sondas capaz de transportar un caudal de 50 metros cúbicos.De esta manera, el agua queda almacenada en un tanque de 129,2 metros cúbicos que incorpora una tela anti-algas para garantizar que el agua de riego se conserva en las mejores condiciones. Cuando el depósito está lleno el suministro se corta mediante un sistema automático, que se vuelve a accionar cuando baja el nivel de agua.
Ahorro de energía y agua
Un detalle muy importante de la instalación es que el depósito regulador está situado en lo alto de una pequeña colina, exactamente se encuentra instalado a 572 metros de altura.De esta manera, se evita tener que utilizar sistemas mecánicos de riego, lo que indudablemente aumentaría el gasto de energía de la instalación. Simplemente, el agua cae por efecto de la gravedad a través de los más de 6 kilómetros de tuberías que recorren el terreno donde están plantados los olivos. Unos goteros subterráneos con un caudal de 2,2 l/h y con una separación entre ellos de 125 centímetros se encargan de que llegue la cantidad de agua que cada árbol necesita para desarrollarse en condiciones óptimas sin que se despilfarre ni una sola gota, lo que sin duda constituye un aprovechamiento eficiente de un recurso cada vez más preciado y escaso.Además de exprimir cada litro de agua, el conjunto de la instalación es un modelo de ahorro energético. Para mantener una plantación de olivo de 3 hectáreas se ha instalado una potencia máxima de 5,1 kWp, lo que equivale aproximadamente a la energía eléctrica que demandan tres viviendas medias.
Y desde un punto de vista ambiental no se debe olvidar que la electricidad utilizada procede de paneles solares fotovoltaicos,una fuente limpia que evita las emisiones contaminantes que llegarían a la atmósfera si los motores utilizados para extraer y enviar el agua al depósito regulador de riego funcionasen con un combustible fósil.
El coste del sistema fotovoltaico –incluyendo paneles, reguladores, convertidores y baterías- es de unos 21.000 euros. A esta cantidad hay que sumar los motores de bombeo, el depósito, las conducciones, los
goteos y la disposición de todos ellos en la plantación. En total, el precio es de 48.000 euros. “Aunque la inversión es bastante alta”, argumenta el Director del Departamento Técnico del ITDA, “hay que valorar los
efectos positivos medioambientales al utilizarse una energía renovable no contaminante,lo que se traduce en la posibilidad de conseguir ayudas oficiales a fondo perdido que reducen la inversión de forma considerable”.
El Instituto Tecnológico de Desarrollo
Agrario realiza todos los años unas jornadas de puertas abiertas para mostrar la aplicación de nuevas tecnologías en el campo.
Este año se celebrarán en septiembre. Será en ese momento cuando se presente el trabajo realizado en El Centro de Transferencia Tecnológica “La Chimenea”. A partir de entonces habrá que esperar el dictamen del sector agrario. “Los agricultores”, describe César de la Cueva Spínola, “normalmente son sensibles a los cambios tecnológicos  cuando comprueban que existe una garantía de viabilidad técnica y sobre todo económica”.Ellos tienen la última palabra.
Más información
Instituto Tecnológico
de Desarrollo Agrario
Tel: 915 801 931
Ronda de Atocha, 14.
28012 Madrid

No hay comentarios:

Publicar un comentario