Eliminación de impuestos a las exportaciones de olivo y derivados
Resumen ejecutivo
I)El retraso cambiario que aqueja nuestra economía provoca problemas de competitividad
crecientes en vastos sectores de las producciones regionales. No escapa a este problema el sector
olivícola. En el presente trabajo proponemos, como una manera de paliar dichos problemas, la
eliminación de los derechos que gravan las exportaciones de los productos manufacturados por
este sector como son las aceitunas en conserva y el aceite de oliva.
I) Introducción
El sector olivícola forma parte de una cadena de producción cada vez más relevante en
varias provincias argentinas. Sin embargo, el retraso cambiario que se ha experimentado en el país
durante los últimos años, sumado a los incrementos en la carga tributaria, los salarios, transporte y
problemas en la importación de insumos, ha ido configurando un escenario de claro y constante
deterioro en los niveles de competitividad de las empresas del sector. Es fundamental tomar
medidas de política macroeconómica que puedan romper esta tendencia negativa que ha impactado
en todas las economías regionales del país. Uno de los instrumentos que mejoraría la competitividad
del sector olivícola, o al menos reduciría la tendencia negativa en materia de rentabilidad
empresaria, es la eliminación de las retenciones que gravan las exportaciones de las aceitunas en
conserva y el aceite de oliva.
II) La actividad olivícola en la Argentina
La producción olivícola es de larga data en nuestro país, encontrando antecedentes de dicha
actividad en el siglo XVI en la provincia de La Rioja. Con el tiempo la olivicultura se ha ido
expandiendo hacia el norte y sur del país. Hoy a esta actividad también la encontramos en las
provincias de Catamarca, San Juan, Mendoza, San Luis, Río Negro, Córdoba y Buenos Aires .
Actualmente Catamarca es la provincia con mayor superficie cultivada con el olivo (27% del total
del país), seguida por La Rioja (25%), San Juan (22%) y Mendoza (18%)4
.
La Argentina es el
principal productor olivícola por fuera de la cuenca del Mediterráneo, y es el quinto productor
mundial de aceitunas en conservas y el décimo primero en aceite de oliva.
La cadena de producción olivícola consta de una etapa agrícola, cuando se produce la
aceituna, y una etapa manufacturera, mediante la cual se generan los bienes finales del sector: las
aceitunas en conserva y el aceite de oliva.
En toda la cadena podemos registrar un conjunto de
amplias actividades. Comenzando, en la etapa agrícola, con la producción de plantines, el cultivo, la
poda y la cosecha de aceitunas.
En el caso del aceite de oliva, la materia prima (aceitunas) inicia su
manufactura con la molienda y amasado, luego el prensado y, por último, el filtrado y envasado.
En
lo que respecta a las aceitunas en conserva el proceso industrial comienza con el quemado y
fermentación, finalizando con el envasado.
Aproximadamente el 70% de la superficie cultivada de olivares tendría como destino el
aceite de oliva, siendo el 30% restante a la aceituna de mesa.
La concentración en la primera etapa
de la cadena olivícola es baja, con más de 2.000 pequeños productores con unidades de menos de
10 hectáreas y unos 300 productores más grandes, con extensiones que van desde las 250 a las 300
hectáreas. En la etapa industrial la concentración del mercado es mediana-alta, ya que el 70% de la
producción es realizada por no más de 10 empresas, si bien tanto en aceitunas de mesa como en
aceite de oliva encontramos en cada sector casi un centenar de empresas
Las exportaciones argentinas de aceite de oliva aumentaron diez veces entre 2000 y 2012, lo
cual refleja una tendencia bajista en los precios internacionales del producto. La participación de
mercado en las exportaciones de aceite de oliva alcanzó el 1,7% del total mundial. Los principales
destinos de las ventas de aceite de oliva al exterior en 2011 fueron: EEUU (55%), Brasil (31%) y
España (5%) Por su parte, la exportación nacional de aceitunas en conserva se duplicó en lo que
respecta a montos y cantidades durante el mismo lapso, mejorando de ese modo la participación en
el mercado mundial hasta alcanzar el 11,5% del total en 2011.
Durante ese año el 90% de las ventas
de aceitunas en conserva al exterior se dirigió a Brasil (85%) y EEUU (5%).
Las inversiones realizadas en nuevas plantaciones durante la década de 1990 comenzaron a
dar sus frutos hacia principios de la década siguiente. El volumen de producción se incrementó,
entre 2000 y 2011, significando ello casi el 240% en la elaboración de aceite de oliva y un 90% en
las aceitunas de mesa. Las exportaciones de aceitunas de mesa registraron un incremento del 146%
entre 2000 y 2010, mientras que las de aceite de oliva aumentaron un 93% en el mismo lapso. Para
el año 2010 los mercados de Brasil y EEUU se ubicaron como los principales destinos de las ventas
externas del sector, con aproximadamente un 80% de las exportaciones totales del complejo
olivícola . Las exportaciones argentinas de aceitunas en conserva representan dos tercios (67%) de
las ventas externas totales del sector olivícola, siendo las de aceite de oliva el 29%, y el 4% restante
las de aceite refinado y otros aceites. Las exportaciones totales del sector alcanzaron en 2012 los
U$S150 millones .
La principal ventaja con la que cuenta la producción del olivo en nuestro país reside en la
contra estación si se la compara con la de los demás países productores ubicados en la cuenca del
Mediterráneo.
Además de ello, nos encontramos con la capacidad de producir grandes cantidades de aceites vírgenes de calidad y una gran variedad que nos permite la generación de aceites blend
(mezclas o cortes) para abastecer un mercado aún mayor al actual .
En materia de empleo de mano de obra, la actividad tiene su pico durante la etapa agrícola.
Durante esta etapa prima el empleo transitorio (especialmente durante la cosecha) por sobre el
permanente. Por el contrario, la contratación disminuye durante la etapa industrial.
Cuadro Nº 1:
Sobre empleo total (en %)-Sector olivícola. Año 2009
Provincia Agro temporario Agro permanente
e industria
Catamarca 7,9 1,0
La Rioja 8,5 2,0
San Juan 2,1 0,7
Mendoza 0,8 0,3
Fuente: IERAL.
Para el año 2009, la población que trabajaba de manera permanente en las cuatro
principales provincias productoras era de aproximadamente 8 mil personas (ver cuadro nº 1),
mientras que podemos estimar en unas 33 mil personas las que aquel mismo año se desempeñaban
llevando a cabo tareas temporarias.11
.
III) Principales problemas del sector
A pesar del panorama descripto anteriormente, últimamente se ha registrado una tendencia
negativa en el sector olivícola. La cosecha 2012/2013 de nuestro país fue afectada por la
desaceleración de la economía de Brasil, la caída de la competitividad local y la reducción en los
precios internacionales. Para 2014 se espera una retracción importante en la producción de
aceitunas, lo cual le pone mayor presión a los márgenes de rentabilidad de las empresas del sector.
En el caso particular de la provincia de San Juan, por ejemplo, se espera para la cosecha de este año
una caída en la producción de al menos un 50%, como consecuencia de las fuertes heladas del período Julio-Septiembre de 2013. Además, de las 22.000 hectáreas productivas que había en la
provincia en 2008, hoy solo llegan a las 16.000. La empresa del sector más importante de San Juan,
que administra el 55% del negocio en la provincia, procesó en 2013 unas 22 mil toneladas mientras
que para este año se esperan solo alrededor de 6 mil. Situaciones similares se viven actualmente en
las otras provincias de la región de Cuyo.
El problema de fondo que enfrenta el sector olivícola es similar al de las otras economías
regionales del país: los aumentos en los costos internos de producción no son trasladables al
consumidor, dado que el precio se fija en los mercados mundiales y, por lo tanto, se van
deteriorando los márgenes de rentabilidad empresarial. Si bien este deterioro en la competitividad
sectorial en muchas economías regionales puede ser consecuencia de dificultades microeconómicas
propias de cada empresa (gestión, calidad, logística, recursos humanos, etc.), un elemento
determinante es el retraso cambiario de los últimos años, provocado por un proceso inflacionario
que supera el ritmo devaluatorio de la moneda local.
En el caso del aceite de oliva, el precio internacional entre 2000 y 2012 ha sufrido un
retroceso cercano al 10%. Durante el mismo período la cotización del dólar en nuestro país aumentó
un 553%. Sin embargo, los precios internos se han incrementado al menos un 700% lo cual, sumado
al aumento de la presión tributaria y al crecimiento en los niveles salariales, configura un escenario
de deterioro en los niveles de competitividad del sector. Si bien en el caso de las aceitunas en
conserva los precios, entre 2000 y 2012, prácticamente se han mantenido estables, la suba en el
precio del dólar no ha logrado compensar los incrementos de los costos internos (suba de costos de
producción, salarios e impuestos). A los factores señalados previamente, que constituyen un
escenario de costos en dólares crecientes, podemos agregarle los problemas de abastecimiento de
insumos importados que se viene registrando en los últimos años, agregando más elementos a la
pérdida de competitividad del sector.
Si consideramos los últimos cinco años observamos que, en el caso del aceite de oliva, los
precios internacionales se han incrementado un 5% mientras que el costo unitario (en dólares) ha
subido un 90%
Queda claramente registrada, así, la pérdida de competitividad del sector.
IV) Propuesta legislativa
Dado el evidente deterioro en los niveles de competitividad del sector local olivícola de la
última década estamos recomendando la eliminación de las retenciones a las exportaciones, tanto en
lo que respecta a las aceitunas en conserva como en el aceite de oliva. Esta medida, si bien no es
suficiente, mejoraría los niveles de rentabilidad del sector.
Si tenemos en cuenta que las exportaciones totales del sector olivícola no superan los
U$S150 millones anuales, y dada una tasa de las retenciones del 5% del valor exportado, podemos
estimar que la pérdida fiscal por la eliminación de dichos tributos es de aproximadamente U$S 7,5
millones o $60 millones anuales. Este monto representa el 0,10% de la recaudación total de
retenciones a lo largo del año 2013 o el equivalente a menos de la mitad del dinero que la Aduana
recauda diariamente en concepto de derechos de exportación.
V) Texto normativo
ARTICULO 1º - No se aplicarán derechos de exportación a las mercaderías comprendidas en las
posiciones arancelarias de la nomenclatura común del MERCOSUR 0711.20.10, 0711.20.20,
0711.20.90, 1509.10.00, 1509.10.001, 1509.10.009, 1509.10.900, 1509.90.10, 1509.90.100,
1509.90.101, 1509.90.109, 1509.90.90 y 1510.00.00.
ARTICULO 2º -
Comuníquese al Poder Ejecutivo.
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