lunes, 14 de noviembre de 2011

LA CRISIS EN NEGOCIO DE ACEITUNAS


La crisis internacional también afecta al negocio de las aceitunas

 Los costos subieron más de 250% desde 2005 y la demanda cayó. Agricultores e industriales de La Rioja, primera productora del país, piden audiencia a autoridades nacionales



    El negocio de las aceitunas y su derivado, el aceite de oliva, sufre una crisis de demanda que viene erosionando los precios desde el año 2005 y deja actualmente a la actividad con márgenes negativos, según indicaron industriales de la provincia de La Rioja, la mayor productora nacional. Ante el inicio de una nueva campaña, muchas empresas analizan la posibilidad de no cosechar, a partir de febrero de 2012.
    En este contexto, y con la cosecha a punto de arrancar, la Cámara Olivícola Riojana (COR); y la Cámara Industrial Olivícola de La Rioja (Ciolar); la Cámara Riojana de Productores Agrícolas (Carpa), y la Unión de Industrias Riojanas (UNIR), se reunieron con el gobierno provincial, que comanda José Luis Gioja, para gestionar un encuentro con autoridades nacionales. 
    El planteo será la escasa rentabilidad que tiene el sector y la necesidad de contar con herramientas de promoción que parten de una baja de retenciones que hoy alcanzan el 5%, reintegros del 30% sobre el valor de las exportaciones y beneficios a las exportaciones que impliquen un valor agregado al producto industrial primario.
    La Argentina produce 200.000 toneladas de aceitunas de mesa y 25.000 toneladas de aceite de oliva. Para ambos productos, el consumo interno es tan solo el 15% y el resto, se exporta.
    Según el presidente de la COR, Emilio Caimi, los precios de exportación “están estancados o en baja desde hace seis años”. El aceite vale actualmente u$s 2.500 (FOB) por tonelada para la calidad extra virgen, cuando en 2005 costaba u$s 3.400, es decir, 36% más. En el caso de las aceitunas, por su parte, el precio es de u$s 950 por tonelada, similar al de 2005.
    Mientras tanto, el incremento de los costos del período fue de 250% en la mano de obra rural; 290% para la mano de obra industrial y la energía, y de aproximadamente 285% para el gasoil.
    Con estos valores “la rentabilidad es negativa, sobretodo en el caso del aceite, y en la aceituna está muy al límite”, explicó Caimi, que no ve una recomposición cercana de la actividad en el corto plazo. “El negocio terminó de complicarse desde 2008, cuando se soltó la crisis, porque al no ser un bien de primera necesidad, se resintió más la demanda”, explicó.
    El principal destino de las exportaciones argentinas es Brasil, con cerca del 65% de las ventas, seguido por Estados Unidos. 
    A la baja de la demanda se suma el hecho de que los costos socavan la competitividad. Según Caimi, el país pierde espacio en el mercado brasileño porque los productos españoles llegan con fletes más baratos, y algo similar sucede con Estados Unidos, que también compra productos a Italia.
    En la Rioja, de donde proviene el 75% de la producción aceitunera nacional, hay unas 65 Pymes y 2.000 productores minifundistas vinculados al sector. También son productoras las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, San Juan y Catamarca.
    Lideran el ranking exportador las firmas Nucete, con sede en La Rioja, y José Nucete e Hijos, una división de la primera, radicada en Mendoza.

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