lunes, 15 de mayo de 2017

Las primeras aceitunas 100% regadas con agua de niebla




La Comunidad Agrícola de Majada Blanca, ubicada en el sector de Pan de Azúcar, comuna de Coquimbo, cosechó el pasado fin de semana las primeras olivas regadas 100% con agua obtenida a través de sistemas de captura de agua de niebla (atrapanieblas), innovación facilitada en una primera etapa por el proyecto CORFO «Nuevas Tecnologías para el Desarrollo Sustentable en Zonas Áridas y Semiáridas». El trabajo es apoyado por el Fondo de Innovación para la Competitividad de Coquimbo (FIC-Coquimbo) y ejecutado por el Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la Universidad Católica del Norte, que busca impulsar la transferencia tecnológica participativa en el uso de sistemas de atrapanieblas, a través del empoderamiento territorial.




El experto técnico de este proyecto, Pedro Hernández, reconoció que «estamos muy contentos porque éste es un primer resultado de que el agua de niebla es una alternativa que nos ayuda como región en tiempos de escasez hídrica. A través de esta agua hemos podido regar una parcela experimental, donde los olivos mostraron los resultados más promisorios. Esto ha permitido a los comuneros seleccionar este cultivo para aumentar su superficie y gracias al proyecto FIC-Coquimbo han podido crecer en la captura de agua de niebla a través de 5 atrapanieblas de 150 m2, lo que les permite generar un promedio anual de 700 mil litros de agua, aspecto fundamental para una comunidad que no cuenta con fuentes de agua y que es abastecida por camiones aljibes para el consumo de la vivienda».

Además de aumentar la cantidad de atrapanieblas en la misma comunidad y aportar a una mayor cantidad de olivos, el proyecto FIC- R del IPP-UCN, se caracteriza por su énfasis en la participación de la comunidad, con quienes se han desarrollado también diferentes talleres para avanzar hacia producir en el futuro el primer aceite de olivos regados de la niebla.
 «Para el IPP es muy importante recuperar el legado que tiene la UCN en la tecnología de atrapanieblas y revivir este conocimiento que también ha sido histórico en la Región de Coquimbo con anteriores experiencias. A través del empoderamiento territorial y la participación, esperamos que la tecnología perdure en el tiempo y sea un aporte útil y práctico a la comunidad. Ellos son los más importantes en nuestro proyecto: los comuneros y su participación»,
 subrayó Daniela Henríquez, directora alterna del IPP, responsable del proyecto.



Cierra la cosecha de aceitunas y se espera un récord

Se proyecta un récord de 180.000 toneladas, con supremacía de las nuevas variedades, lo que ocupó a unas 10.000 personas para la recolección manual de las variedades para mesa, mientras que las maquinarias recogieron los frutos que necesita la industria aceitera

La cosecha de aceitunas en La Rioja llega a su cierre con la proyección de un récord de 180.000 toneladas, con supremacía de las nuevas variedades, lo que ocupó a unas 10.000 personas para la recolección manual de las variedades para mesa, mientras que las maquinarias recogieron los frutos que necesita la industria aceitera.
Desde la fiesta de La Chaya, en febrero, se viven tiempos de cosecha en la provincia, pero con tensiones entre la vieja y la nueva olivicultura.

Los añosos árboles de la variedad autóctona, ubicados sobre todo en las fincas pequeñas de los productores tradicionales, ya casi no tienen mercado y por eso valen poco.

Mientras los productores más chicos reclaman subsidios para poder recolectar las frutas Arauco que todavía cuelgan de los olivos, el gobierno provincial anuncia una cosecha récord de 180.000 toneladas, con supremacía de las nuevas variedades.

Es el 40% de la producción nacional, que también proviene de Mendoza, San Juan y Catamarca, y que según los datos oficiales, en La Rioja hay unas 27.000 hectáreas.

La producción de unas 2.500 de esas hectáreas va a parar a la inmensa planta de Olives SA, una de las principales productoras de aceitunas de mesa que compra el 70% de la materia prima en Tinogasta, Chilecito y hasta de Catamarca.

Las frutas llegan a la fábrica ni bien se cosechan y lucen un intenso verde. Las negras nacen en el mismo árbol y vienen mezcladas: son aquellos granos que se pasaron de madurez y tomaron ese color.


Olives SA nació en 2010, cuando entró en crisis la gran empresa regional, la de José Nucete, considerado el padre de la olivicultura moderna.

Como todo el sector, es una empresa enfocada sobre todo al mercado externo, donde coloca 90% de su producción. Como tal, es sumamente dependiente de los humores de Brasil, el principal cliente, y del tipo de cambio.

"El dólar está retrasado y en esta actividad todos los costos están dolarizados", dice Roberto Ochotorena, su presidente, una referencia cambiaria que se puede escuchar en la mayoría de las empresas del sector.

El agrónomo Gustavo Banchero, titular de la Cámara de Productores Olivícolas, entre muchos otros factores que hacen que no sea tan buen negocio producir olivo enumera la falta de créditos, los altos costos del flete y, sobre todo, las nuevas tarifas eléctricas.

En La Rioja el 90% de los olivares dependen del agua para riego que extraen del subsuelo enormes bombas lo que convierte a las empresas en electro-dependientes, como resalta Banchero, que también menciona como otro costo relevante el de la mano de obra.

Un buen zafrero puede llenar de 25 a 30 cajones de 20 kilos de fruta cada jornada. Por eso se necesitan más o menos 20 jornales por cada hectárea. En la soja, apenas 0,5.

Esta temporada por la aceituna de mesa se está cobrando lo mismo que el año pasado, unos 50 o 60 centavos de dólar por kilo, pero los ingresos en pesos del productor casi no crecieron debido a la estabilidad de la divisa.

Las variedades que se destinan a la fabricación de aceite valen algo menos, unos u$s 0,35 por kilo, pero los costos son mucho menores y los valores externos del aceite de oliva están subiendo por problemas en España y se ubican por arriba de u$s 4.000 por tonelada.

Hace unos meses, pare evitar que muchos productores queden fuera del sector, el Ministerio de Planeamiento e Industria de La Rioja puso en marcha un "cluster", un espacio multisectorial para plantear políticas que apuntales esta actividad, una de las pocas fuentes de ingresos genuinos que tiene esta provincia de 300.000 habitantes.

El responsable de esa cartera, Rubén Galleguillo, dice que ese trabajo conjunto permitirá ganar una competitividad sistémica que evite tan alta dependencia hacia variables, como el tipo de cambio, que no pueden ser administradas por los propios riojanos.