sábado, 19 de abril de 2014

ARG: Sector con problemas para competir

Esfuerzo por cuidar a proveedores y clientes


El industrial olivícola Guillermo Zaina señala que, a pesar de que los números no cierran, hay que seguir trabajando. “En primer lugar, porque hay costos fijos -sobre todo de personal- que de alguna manera hay que solventar. Además, al menos la parte que va al mercado interno puede tener un valor un poco mayor y, por otra parte, con una cosecha pobre puede mejorar el calibre de los frutos y se podría defender mejor el precio en el exterior”.

Por otra parte, Zaina plantea que “si no compro aceitunas este año y mi productor tiene que salir a buscar otra fábrica donde llevar su materia prima y, además, al no tener mercadería mi cliente en Brasil, se abastece con otro proveedor. Cuando el año que viene yo quiera volver a trabajar, me voy a encontrar con que no voy a tener a quién comprarle ni a quién venderle”. Por eso resume que “si no fuera porque perderíamos más plata, este año no deberíamos trabajar”.
                                             Guillermo Zaina: “Estamos con serios problemas para competir en el mercado externo”


Guillermo Zaina: “Estamos con serios problemas para competir en el mercado externo”

Afirma que las heladas diezmaron la producción de aceitunas para conserva. Con la tercera parte de una cosecha normal, la industria enfrenta un año complejo. Pocas chances para exportar.


Dirige el establecimiento Zaina Hermanos S.R.L.  una tradicional empresa familiar de Rodeo del Medio, que elabora aceitunas en conserva y participa de la Asociación Olivícola de Mendoza (Asolmen).

A Guillermo Zaina, su condición de empresario y de dirigente le facilitan una visión amplia de un sector cada vez más apretado entre la realidad económica nacional y un escenario internacional con jugadores muy fuertes y con mucho apoyo oficial.

Este año el Instituto de Desarrollo Rural estimó una producción total de aceitunas para 2014 de 28.275 toneladas, de las cuales 10.347 toneladas corresponden a la variedad Arauco; 6.811 toneladas a la variedad Arbequina y 3.020 toneladas a la variedad Empeltre. El resto de las variedades suman 8.097 toneladas. 

 En diálogo con Fincas, al promediar la cosecha de esta temporada, Zaina repasó el estado de situación de la actividad y advirtió sobre el riesgo de pérdida de continuidad de numerosas explotaciones primarias y establecimientos industriales. 

-¿Cómo se presenta la temporada para el sector de aceitunas de mesa? 
-Definitivamente, la cosecha va a ser el 30% o el 35% de un año normal. Lo que habíamos estimado se ha terminado confirmando. En Mendoza hablamos de una cosecha normal con 40.000 toneladas de aceitunas de las variedades que tradicionalmente se destinan a conserva. 

-De manera que este año la disponibilidad rondaría las 14.000 toneladas…
- No exactamente. Ha estado entrando aceituna de San Juan, alguna variedad redonda, para maquinado, como la manzanilla. Además, hay variedades aceiteras de Mendoza que este año se van a destinar al consumo, como ocurre siempre que hay escasez. 

-¿Esta situación de escasez impactó en el precio de la aceituna?- Efectivamente. La aceituna se está pagando entre $ 6 y $ 7 el kilo. Depende también de las condiciones de la negociación. Pero, en general, la fábrica anticipa al productor lo que necesita para la cosecha, y el saldo a 30, 60 y 90 días. 

-¿Cuál es la situación de disponibilidad y de precios de los insumos industriales? 
-No hemos tenido problemas para conseguir los insumos porque, como estamos bajo el reglamento de la Sedronar, tomamos previsiones con la suficiente antelación. En cuanto a los precios, históricamente han estado valuados en dólares. 

De todos modos, los insumos representan una parte menor de los costos frente, por ejemplo, a la mano de obra. En los dos últimos años, el Sindicato de los Trabajadores de la Industria de la Alimentación logró uno de los mayores aumentos de salarios, y creo que este año va a ocurrir lo mismo. 

El sector olivícola debería negociar por separado, considerando los mayores requerimientos de mano de obra que tiene esta producción regional, frente a las producciones agroindustriales de la región pampeana. 

-¿Cuál es el nivel de competitividad internacional de la aceituna de mesa argentina? 
-Empezamos a perder competitividad hacia fines de 2007. Desde aquel momento y durante varios años se fueron acumulando aumentos de costos, atraso cambiario y fuimos perdiendo algunos mercados, como Estados Unidos,  varios países del Caribe y algunos países de Europa. 
En esas plazas, que demandan  aceitunas envasadas, no pudimos competir más. Fue imposible absorber los aumentos del frasco, la tapa, la etiqueta, el packaging, la energía, la mano de obra adicional que se requiere para terminar el producto. 

Prácticamente nos hemos quedado sólo con Brasil, que compra preferentemente aceitunas a granel. 

-¿Cuánto vale hoy la aceituna que se exporta a Brasil? 
-Un tambor con 180 kilos de aceitunas cuesta alrededor de 270 dólares, algo así como un dólar y  medio por kilo o 1.500 dólares la tonelada. 

Debería valer un poco más. Si la aceituna se está pagando entre 90 y 95 centavos de dólar, hay entre 900 y 950 dólares por tonelada de materia prima. 

Además, hay 500 dólares por tonelada entre insumos y mano de obra. Si a eso se le calcula una rentabilidad de 15%, deberíamos estar vendiendo a 1.600 dólares o más.  

-¿Cuál es el escenario que se ve hacia adelante?- Va a ser un año muy difícil. Venimos con serios problemas para competir en el mercado internacional, que tiene por destino entre el 80% y el 85% de la aceituna de mesa que producimos. 

Por un lado, el más fuerte productor, que es España, sigue subsidiando a sus productores y a su industria y, por otro, nosotros tenemos internamente los mismos problemas sobre los que venimos advirtiendo desde hace varios años. 

Este año la situación se agrava con la fuerte caída de producción que tuvimos y con la cosecha excepcional que tuvo España, la más importante en 30 ó 40 años. Nosotros venimos de balances prácticamente neutros pero, este año, vamos a perder plata todos, por la falta de mercadería. 

De cualquier manera, lo que más nos preocupa es la situación de los productores. Toda nuestra actividad se genera a partir una debilitada producción primaria, cuyas posibilidades de recuperación se alejan año tras año.

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