miércoles, 20 de marzo de 2013

Ocho virtudes del aceite de oliva


                                            
El aceite de oliva es un producto natural extraído del jugo de la aceituna, a diferencia de otros vegetales que se obtienen, en su mayoría, por refinación química.
El aceite de oliva es un tesoro mediterráneo. Contiene ácido oleico, fenoles y vitaminas A, D, K y especialmente E, un antioxidante natural, cuyo beneficio principal es ayudar a retrasar el envejecimiento.
Por esto, las autoridades sanitarias y especialistas de todo el mundo coinciden en señalar el valor terapéutico del aceite de oliva y sus propiedades beneficiosas para la salud cardiovascular. 
Destacan, además, el aceite de oliva extravigen ya que conserva muchos componentes como los flavonoides, los polifenoles y la vitamina E, que se pierden en el proceso de refinado. 
A continuación ocho propiedades que destacan su gran valor:
1. Reduce los niveles de colesterol malo.
2. Reduce el riesgo de trombosis arterial o de infarto.
3. Previene la arterioesclerosis y la hipertensión arterial.
4. Mejora el funcionamiento del estómago y el páncreas.
5. Reduce el riesgo de desarrollar artritis reumatoide.
6. Alivia la dermatitis causada por el frío, la sequedad del medio ambiente o el exceso de calor, aplicado sobre la piel.
7. Aporta brillo y mejora el cabello maltratado, usado como crema.
8. Es un laxante excelente para quienes toman una cucharada en ayunas.
Cabe destacar que sus virtudes se conocen desde la antigüedad, ya que no solo servía de alimento, sino que era un producto básico para la medicina, la higiene y la belleza. 
Para conservarlo, es importante mantenerlo alejado de fuentes de calor, de la humedad y del exceso de luz. No es recomendable almacenarlo por mucho tiempo y, de hacerlo, es preferible hacerlo en un lugar oscuro, fresco y en recipientes cerrados herméticamente para conservarlo mejor.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Crean Un Sistema Con Microalgas Que Recicla Aguas Residuales Del Aceite De Oliva


El sistema desarrollado por Biot, implantado en una almazara.
El sistema desarrollado por Biot, implantado en una almazara.
Los residuos líquidos generados en la producción de aceite de oliva se encuentran entre los más contaminantes de la industria alimentaria. Una realidad que supone un grave problema para los pequeños y medianos productores, que han optado tradicionalmente por depositarlos en balsas de evaporación, ocasionándoles además un gasto adicional.
La empresa granadina Biot, una ‘spin off’ del Departamento de Microbiología de la Universidad de Granada fundada en 2007 por Agustín Lasserrot, Jesús González y María Victoria Martínez, trabaja en el desarrollo de un nuevo sistema biotecnológico basado en la acción de un conjunto de microalgas a través de fotobiorreactores que permite reciclar el agua procedente del lavado de las aceitunas.
El proyecto, denominado Algatec, está financiado por el Séptimo Programa Marco para la Investigación y el Desarrollo de la Unión Europea. Ha sido desarrollado en una primera fase junto a socios de España, Portugal, Grecia, Italia y Alemania, y acaba de iniciar su segunda fase.
En concreto, la iniciativa busca la implantación en las almazaras de un sistema “rentable, eficiente y sostenible” que permita tratar, recuperar y reutilizar el agua de lavado de las aceitunas producida durante el proceso de obtención del aceite de oliva en las almazaras. Y de este modo también eliminar las balsas de almacenamiento, todo ello con bajo costo y en las propias almazaras.
Marta Hormigo, en las instalaciones de Biot.
Marta Hormigo, en las instalaciones de Biot.
Según explica a la Fundación Descubre Marta Hormigo, responsable de la Planta Piloto de Biot, con sede en el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud (PTS), la investigación ha sido posible gracias a la colaboración con la Universidad de Granada. “El objetivo es utilizar microalgas para depurar el agua y reutilizarla. Tras lograrlo, en la segunda fase del proyecto, que finaliza en 2014, tenemos como meta comercializar el sistema”, señala.
El proceso se basa en un conjunto de fotobiorreactores con un sistema de tubos transparentes al paso de la luz, en los que están presentes las microalgas desarrolladas por Biot y en los que se inyecta el agua. La capacidad metabólica de las microalgas permite la captura del CO2 atmosférico y la biodegradación de las sustancias contaminantes recalcitrantes presentes en las aguas de lavado de las almazaras hasta su descontaminación.
Hormigo subraya que el novedoso sistema supondrá un paso muy importante en la gestión medioambiental de dichos residuos, así como en la conservación del medio ambiente. Y es que se necesitan en torno a 50 litros de agua potable para lavar 100 kilogramos de aceitunas, un enorme volumen cuya calidad se ve además mermada al arrastrar gran cantidad de compuestos tóxicos.
De esta forma, el sistema no sólo permite recuperar el agua contaminada y reducir el consumo de agua potable en un 90%, sino también la eliminación de las balsas de aguas residuales procedentes de la producción de aceite de oliva.