miércoles, 15 de junio de 2011

El consumo del agua por el cultivo de olivo en Argentina


El consumo del agua por el cultivo de olivo (Olea europaea L.)
en el noroeste de Argentina: una comparación con la Cuenca
Mediterránea
                             



RESUMEN. Durante los últimos 20 años ha habido una gran expansión en la superficie plantada
con olivo (Olea europaea L.) en el noroeste de Argentina (NOA). Sin embargo, la mayoría de la
información utilizada en la región para la toma de decisiones de manejo acerca del consumo de
agua por el cultivo proviene de la Cuenca Mediterránea. Esta revisión discute: 1) las diferencias
en el clima entre la Cuenca Mediterránea y la zona olivícola del NOA, 2) el consumo de agua
por el olivo en el Mediterráneo y sus respuestas ecofisiológicas al estrés hídrico, y 3) resultados
experimentales en el NOA utilizando a la localidad de Aimogasta (La Rioja) como un caso de
estudio. La información meteorológica indica que la temperatura del aire (principalmente en
el invierno y primavera) y la evapotranspiración potencial anual (ETo) son mayores en el NOA
que en el Mediterráneo, mientras que la precipitación es menor. Estas diferencias en temperatura
resultan en: una escasez de horas de frío para la floración en algunas variedades, adelantos en
las etapas fenológicas y cambios en la calidad y cantidad del aceite en el NOA en relación con el
Mediterráneo. Resultados experimentales del Mediterráneo muestran que la transpiración y el
rendimiento, entre otros, responden fuertemente al riego a pesar de que el olivo es una especie
con una alta tolerancia al estrés hídrico en comparación a otros frutales. En forma similar al
Mediterráneo, el consumo de agua por el olivo en Aimogasta fue estimado como 70-75% de ETo
bajo condiciones de riego óptimo y el consumo de agua es 1100-1200 mm/año en el NOA y 900-
1000 en el Mediterráneo. Además, el riego requerido en el NOA es más que el doble por la falta
de precipitación en muchas zonas. Un resultado no anticipado en Aimogasta, basado sobre los
estudios del Mediterráneo, fue el excesivo crecimiento vegetativo bajo condiciones de alto riego.
El excesivo vigor observado podría ser explicado potencialmente como una respuesta al riego en
interacción con las altas temperaturas de la primavera que ocurren en la región. El desarrollo de
estrategias de riego deficitario controlado en la primavera (u otros momentos) podría permitir un
ahorro de agua y una mejora de la relación entre crecimiento vegetativo y reproductivo.



para ver el documento completo pinchar abajo:
http://www.ecologiaaustral.com.ar/files/21-1-3.pdf

                                   

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