miércoles, 30 de noviembre de 2011

ARG CRISIS....JAQUE MATE A LA REYNA

Sector olivícola casi en quiebra


                             
Todas las cámaras olivícolas en conjunto emitieron un comunicado en el cual manifiestan sus dudas sobre la supervivencia futura del sector ante la fuerte pérdida de rentabilidad que se verificó en el último quinquenio, dejando constancia que el es deficitario financieramente y la supervivencia de muchos productores corre serios riesgos, advirtiendo la inminente posibilidad de quiebra.
Entre los argumentos que marcan el deterioro, el sector puntualiza el desfasaje entre el incremento de los costos internos de los insumos de producción y la disminución de los precios de la oliva en el mercado han sido los principales factores que generaron en los últimos 5 años un profundo declive en el competitividad del sector.
En ese período se generó un incremento del 251 por ciento en la mano de obra rural respecto al año 2005 y un aumento del 288 por ciento en el costo de la mano de obra industrial. Ambos, se suman al aumento en el valor de la energía en el orden del 290 por ciento y del Gas Oil de aproximadamente un 285 por ciento. A ello hay que sumarle la caída del consumo y los precios a nivel internacional desde la crisis de 2008. 

Así las cosas dicen: con estos resultados la industria se encuentra al borde del quiebre financiero, manteniendo operaciones que no generan los flujos de caja necesarios para operar adecuadamente y que por ende, imposibilitan la llegada de nuevas inversiones. 
Las empresas, a través de las respectivas Cámaras, junto al Gobierno de la Provincia de La Rioja, están presentando al Estado Nacional un conjunto de medidas que contribuyan a recuperar la sostenibilidad de toda la cadena de producción olivícola en su conjunto.





Debilitado, el sector olivícola atraviesa una profunda crisis



 
 
Al igual que la mayoría de los sectores productivos de la provincia, como también del país, el olivícola hace tiempo sufre la baja rentabilidad, lo que llevó a que la actividad se debilite. Hace unos cuatro años atrás Mendoza era el primer productor de aceitunas de la Argentina: hoy está en el cuarto lugar.

“En la actualidad, nuestra rentabilidad es cero”, señaló a Ciudadano el presidente de la Cámara Olivícola de Mendoza, Juan Carlos García Zuloaga. El alza constante de los costos y un precio final de la aceituna congelado llevó a que la actividad diera pérdidas. Según Zuloaga, los elementos que se utilizan para el cultivo y manutención de los olivos, como los plaguicidas y los fertilizantes, en este último tiempo subieron un 300% y en algunos casos otros productos aumentaron hasta un 500%. Además de esto, se le suma el aumento de los sueldos.

En 2004, la caja de 20 kilos de aceitunas se la pagaba a $3,50. Este año al cosechador se le pagó a $8,50 por caja y en algunos casos hasta $12,50. Desde el sector estiman que de acuerdo a la situación que se vive en la actualidad, el año que viene la actividad dará perdidas.

La crisis que golpea al sector, sobre todo a los pequeños productores, es tan grave que de los más de 6 mil olivicultores que existen en la provincia, el 30% de ellos ya tiene en venta su propiedad porque no les conviene seguir en el rubro. Hace tiempo que la producción de aceituna viene decayendo. En Mendoza existe la mayor cantidad de fábricas de aceite de oliva y antes era la región más fuerte en este sector. La crisis llevó a que hoy se ubique en el cuarto lugar.

La otra situación que es perjudicial para el sector olivícola local es el arribo de aceitunas de las provincias del Norte. “Esta es una competencia desleal ya que en aquellas regiones el costo de producción es mucho más bajo”, explicó Zuloaga. El kilo de aceituna aceitera del Norte cuesta $0,80, mientras que las de acá sale $1,20 la misma cantidad. El hecho es que en esa zona la cosecha está mecanizada y cuentan con una tecnología mayor que la que se utiliza en la provincia.

En el Norte, la actividad fue impulsada por empresas nacionales importantes que contaron con un préstamo del gobierno de turno. Por esta razón, el cultivo y la cosecha cuesta menos que acá, lo que significa que la aceituna proveniente de esa parte del país llega a un precio mucho más barato que la que se comercializa en Mendoza.

“Los productores locales cuentan con tractores de los años sesenta porque debido a la situación económica que viven les resulta imposible adquirir aquella tecnología”, dijo el titular de la Cámara Olivícola. Además, como son olivicultores tradicionales, las características de la plantación de olivos son diferentes de las que existen en el Norte y por este motivo es difícil acceder a ciertas prácticas modernas.

En la provincia, el sector no recibe ningún tipo de subsidio por parte del Gobierno. La crisis que hoy están viviendo se la adjudican al mal desempeño de las autoridades que gobiernan. “Acá, el que hace mal los deberes es el Gobierno”, indicaron desde el sector. Hace unas semanas atrás, los olivícolas le solicitaron a Celso Jaque la posibilidad de contar con créditos blandos para poder comprar maquinarias nuevas y de esta manera levantar la producción.

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