viernes, 30 de marzo de 2012

SE DESZACELERA LA ECONOMIA REGIONAL EN MENDOZA

Pronostican un menor crecimiento de la economía de Mendoza en 2012

Sería por debajo de la media nacional, según un análisis del Ieral. Las causas: el contexto internacional, el tipo de cambio y el control de importaciones.



Luego de un año con altibajos, la economía de Mendoza crecerá muy poco en 2012, incluso por debajo de la media nacional, por falta de compresión en sus motores tanto internos (debilidad de las exportaciones frente al dólar, salida de capitales) como externos (contexto internacional).

Así lo evalúa y pronostica el Ieral-Fundación Mediterránea en su Informe Anual 2011 y Perspectivas 2012.

El séptimo análisis anual elaborado por los economistas Gustavo Reyes y Carlos Day que se presentará esta tarde en la Bolsa de Comercio parte de una evolución dispar durante 2011 (ver aparte), acentuada en el último trimestre por una mayor salida de capitales  iniciada en agosto, y la inestabilidad de mercados internacionales.

“Ambos fenómenos elevaron fuertemente las tasas de interés y frenaron el dinamismo del consumo” de otros trimestres, y “así la economía mendocina comenzó 2012 a un ritmo sustancialmente menor al promedio de 2011”, resume.

La “pérdida de fuerza en la mayoría de los motores” explicaría una baja expansión este año, también reflejada en la Encuesta de Expectativas de Empresarios.

Motores sin compresión
En un contexto internacional que, según se proyecta, seguirá a una tasa de crecimiento inferior a la histórica, los socios comerciales o mercados a los que van los productos exportables de Mendoza no son la excepción.

Luego de rozar el 3% el año pasado, para 2012, según datos del FMI que toma el Ieral, se espera que apenas superen el 2%; el concierto económico global estaría debajo de esa línea.

No obstante, Reyes y Day rescatan una mejoría lenta en las estimaciones de febrero, sobre todo en lo relativo a Estados Unidos, y en menor medida a Francia y Alemania. El contexto de mayor liquidez por la inyección de fondos del Banco Central Europeo favorecería una recuperación de los precios de los commodities argentinos.

Aun así, “el escenario más probable para 2012 sigue siendo de desaceleración y bajo crecimiento en la mayoría de las economías del mundo”, remarcan los  autores del estudio, y así “difícilmente las exportaciones de Mendoza experimenten gran auge”, teniendo en cuenta que un  94% depende de la dinámica del PBI mundial.

A esto se suma, según los analistas, pocas esperanzas de un repunte en el tipo de cambio real “complicando aún más” la rentabilidad de los sectores exportadores.

En el frente interno, aparecen otros factores, como el reajuste de tarifas y el control de importaciones en favor de un sector de la industria local que, por su menor peso en Mendoza, “es esperable que dicha política no favorezca la dinámica de la economía local” y dificulte más la provisión de insumos vitivinícolas, olivícolas y de frutas desecadas, entre otros.

El mercado laboral es otro motor al que se le diagnostica debilidad, a causa del proceso inflacionario y los salarios. Para los economistas “no es esperable una reducción sustancial de la tasa de inflación”, y  destacan que la política monetaria seguirá siendo expansiva en 2012, con interés alto y menor acceso al crédito.

Pronóstico por sectores
De acuerdo a los expertos, el sector agropecuario, con cosechas castigadas salvo el ajo, se enfrenta a precios internacionales sin cambios en 2012. Y para la industria las perspectivas no son mejores, debido a costos superiores a los ingresos (por efecto de un tipo de cambio real decreciente), control de importaciones y escasez de materia prima.

Sin reacomodamiento del dólar “salvo sorpresas, el panorama continuaría complicado” para la vitivinicultura, y más si la pauta de elaboración de mosto sigue elevada, a riesgo de pegar en el mercado de vinos ante la merma de uva. En petróleo, el Ieral descarta inversiones para contener la demanda y revertir la caída en la producción de crudo, cuya cotización sube en el mundo, si no cambia la política del sector.

Y al comercio le augura ajustes por el aumento de tarifas e impuestos, en tanto que el escenario para la construcción dependerá de que las tasas pasivas de interés no superen la inflación.

El pronóstico para el turismo tampoco es positivo, a causa de un dólar barato, el impacto de la desaceleración en el bolsillo de los turistas argentinos y “un mundo complicado que desalienta la llegada de extranjeros”.

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