miércoles, 18 de abril de 2012

OLIVICULTURA EN CATAMARCA, RADIOGRAFÍA DE UN SECTOR


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OLIVICULTURA EN CATAMARCA, RADIOGRAFÍA DE UN SECTOR
 
La olivicultura ingresó en Catamarca en la época de la Colonia de la mano de los Jesuitas y los conquistadores españoles. Aún se pueden ver algunos ejemplares centenarios dispersos en las plantaciones de Pomán y Andalgalá. Las plantaciones correspondían a montes multivarietales, plantados a 10m x 10m, con plantas obtenidas de carozos o de estacas de plantas obtenidas de carozos. Este era el sistema tradicional de plantación que perduró en el país hasta la incorporación de la olivicultura moderna.
La provincia contaba con 2 zonas en las que se cultivaba el olivo: Pomán y Andalgalá por un lado y Tinogasta y Fiambalá por el otro, ambas regiones perfectamente diferenciables por su clima y su aptitud al cultivo. Debido a la mayor altura sobre el nivel del mar, la región de Tinogasta se caracteriza por inviernos más crudos, que demoran el inicio de la campaña, y alta incidencia de heladas tardías y viento zonda que suelen afectar el cuaje y la cosecha.
En estas regiones, la posibilidad de que el cultivo se expandiera se encuentra limitada por la disponibilidad de agua: prácticamente la totalidad de las plantaciones se riega con agua de superficie por inundación. El gran problema de la región constituye que el agua de riego provenía de las mismas fuentes de la que se obtiene el agua para consumo doméstico.
Con el correr de los años, el aumento de la población urbana llevó a que cada vez sea menor la oferta para riego, siendo, en muchos casos, necesario restringir el riego de las plantaciones. Tradicionalmente, la provincia de Catamarca producía alrededor de 7.000 ton de aceitunas, provenientes de un total de 1.400 has cultivadas con olivos, fundamentalmente de variedades Arbequina y Arauco, que se vendían a empresas de la provincia de La Rioja.
En la región sólo había una fábrica de aceite de oliva que molía parte de la producción de aceituna aceitera de Andalgalá, y una industria incipiente de aceitunas de mesa elaboradas artesanalmente. La realidad productiva de la provincia cambió sustancialmente a principios de la década de los 90 con la aplicación de la ley de diferimiento impositivo.
Con compromisos asumidos para plantar cerca de 30.000 has de olivos, de las cuales 19.000 has se habían plantada a principios del año 2000, Catamarca se transformaría en la principal provincia argentina productora de materias primas del olivo, fundamentalmente con destino a la elaboración de aceite.
 
Nueva realidad productiva:
A inicios de la década de los 90, comenzó a manifestarse un importante cambio en las economías regionales. La posibilidad de aplicar la ley de diferimiento impositivo permitió sentar las bases del futuro desarrollo de regiones anteriormente consideradas ¨inutilizables¨ para la explotación agropecuaria.
Uno de los cultivos que más se promocionó fue el olivo. Esto se debió fundamentalmente a 2 factores: por tener buenas perspectivas de mercado mundial y por ser uno de los cultivos en los cuales el período de devolución del dinero diferido era más extenso. La consecuencia es que a diciembre de 1999, en el país habían compromisos para plantar más de 70.000 has con olivos, principalmente en las provincias de Catamarca, La Rioja y San Juan.
En el caso especial de Catamarca, con un compromiso cercano a las 30.000 has la provincia se transformaría en la principal productoras de materias primas del olivo. Las nuevas condiciones económicas y financieras posibilitaron el ingreso de nuevas regiones, hoy la provincia hoy en día cuenta con 3 regiones bien diferenciadas:
- Valle Central: valle ubicado entre los cordones del Ambato y del Ancasti.
- Bolsón de Pipanaco: región determinada entre el salar homónimo y el cordón del Ambato
- Zona de altura: correspondiente a los distintos valles productivos del departamento de Tinogasta
Si bien las 3 regiones son aptas para el cultivo del olivo, su aptitud agroecológica es diferente. En tal sentido, se observan diferencias importantes en tres factores:
- Heladas tardías: este tipo de accidente climático afecta la producción cuando se producen en el momento de floración o en la primera etapa del cuaje de los frutos.
- Precipitaciones otoñales: la presentación de lluvias en los meses de cosecha afecta la aptitud industrial de la aceituna. Cuando la aceituna tiene ¨mucha agua¨ se marca, disminuye su calidad visual para la elaboración de aceituna de mesa, y tiende a formar emulsiones, dificulta la separación de fases y baja los rendimientos industriales en la extracción de aceite.
- Amplitud térmica: cuando el diferencial térmico diario y/o estacional no es marcado se altera la síntesis de ácidos grasos, tanto en cantidad como en calidad.
Al analizar el comportamiento de las regiones respecto de los parámetros mencionados se encuentran diferencias: el Valle Central presenta el problema de la mayor concentración de precipitaciones otoñales y el escaso diferencial térmico, y Tinogosta la presentación de heladas tárdias. En tal sentido, la mejor región de Catamarca para el cultivo del olivo sería el Bolsón de Pipanaco: las precipitaciones en otoño no superan los 70 mm., posee diferencial térmico y no es frecuente la presentación de heladas tardías.
Otro de los factores a analizar es la ubicación de los valles respecto de la red vial nacional, y es este, posiblemente, el factor más importante para el desarrollo del Valle Central: todas las plantaciones se encuentran sobre las rutas que unen la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca con Córdoba o con La Rioja.
Al analizar esta variable, tanto las regiones de Tinogasta y Pipanaco presentan una situación de relativo aislamiento respecto al Valle Central. En ambos casos la producción primaria debe estar asociada a la producción industrial debido a que la distancia no permitiría la venta de materias primas de buena calidad industrial.
A modo de ejemplo, un camión de Pomán a San Fernando del Valle de Catamarca, demora un mínimo de 6 a 8 hs, y se ve obligado a atravesar condiciones climáticas muy diferentes que pueden afectar seriamente la calidad industrial de la aceituna, en especial de la aceitera.
A continuación se tratará de realizar una radiografía de la nueva olivicultura de la provincia de Catamarca, haciendo especial hincapié en la futura inserción en la realidad nacional. El presente trabajo surge de la encuesta realizada a las empresas diferidas.
 
Presente y futuro de la olivicultura catamarqueña:
Como se dijo anteriormente, Catamarca va ser la principal provincia productora de frutos del oliva y la estrategia de inserción en la nueva realidad va a estar dada por 2 aspectos:
- Composición varietal de las nuevas plantaciones.
- Capacidad de transformación de las materias primas.
Para poder conocer mejor la olivicultura provincial, se relevaron 60 establecimientos que representan mas de 22.000 has de olivares a plantar. La presente caracterización se realizó sobre la base de los 57 emprendimientos que contestaron la encuesta telefónica, corresponden a un total de 20.207 has a plantar y 13.172 has plantadas, distribuidas en las 3 regiones productivas.
 
Nº establec.
Sup. Total (has)
Sup plantadas (has)
% de plantación
Valle Central
31
11.149
8.095
73
Bolsón de Pipanaco
21
7.523
4.012
53
Tinogasta
5
1.515
1.065
70
Total
57
20.207
13.172
65
Fuente: Dirección Nacional de Alimentación.
De este primer cuadro se desprenden 2 observaciones:
- La relevancia del Valle Central respecto de las otras 2 regiones
- La diferencia en el porcentaje de plantación para las diferentes regiones
Al respecto, es necesario aclarar que muchos de los diferimientos relevados se encontraban en las etapas preliminares implementación. Esta situación es más marcada en el Bolsón de Pipanaco donde, sobre un total de 19 emprendimientos, 3 proyectos recién iniciaban los trabajos de desmonte y nivelado, y otros 3 comenzaron esta primavera el primer ciclo de plantado.
 
Composición varietal de los establecimientos:
Tradicionalmente, Argentina se caracterizaba por poseer plantaciones de olivos en marcos multivarietales que dificultaban la cosecha y clasificación de las materias primas por su variedad. Al realizarse las nuevas plantaciones este comportamiento cambió: los montes pasaron a ser de una variedad principal y una o dos polinizadoras.
De esta manera, el 90% de la producción de los cuadros de cultivo corresponderá a una sola variedad.
Este sistema de manejo presenta como mayor ventaja la homogeneidad en la maduración: el hecho de que el 90% de la fruta corresponda a la misma variedad permite utilizar cosechadoras mecánicas autopropulsadas.
En el caso de los montes multivarietales este tipo de cosecha sólo se limita a cosechadoras manuales de baja autonomía.
Otro importante cambio fue el considerar a los montes como unidades productivas de alta calidad. Esto condicionó la elección de las variedades: ya no se plantaban olivos, sino que se plantaban las variedades que producían aceitunas de excelente aptitud industrial y gran valoración por el cliente.
Esta visión de los montes de olivo motivó una elevada concentración de las plantaciones en pocos variedades. Así, el 80% de la superficie plantada corresponde a 6 variedad y el 39% del total a una.
Esto no es casual: la elección de las variedades se realizó siguiendo los criterios de los principales países productores de aceite de oliva y aceituna. Asimismo, estas variedades fueron elegidas porque sus aceites son muy apreciados por sus atributos sensoriales.
En tal sentido, Argentina sería el único lugar del mundo, fuera de los países de origen, donde se daría una elevada concentración de variedades. Si las estimaciones son correctas, el país pasaría a competir con Cataluña en la producción de aceite de Arbequina, con Andalucía con el de Picual y con la Toscana con el de Frantoio. Si bien estos productos no son ¨indicaciones geográficas¨, constituyen la denominación vulgar del aceite de la zona.
Cabe aclarar, que del total de las variedades analizadas, el 80% corresponde a materia genético de aptitud para la industria de extracción de aceite, y que algunas de las variedades de mesa se plantaron también con similar objetivo (caso especial de Manzanilla en el Bolsón de Pipanaco). En esta caso el 90% de la superficie plantada con olivos tendría destino aceitero, con lo cual, la provincia se transformaría en la principal productora de aceite de oliva.
 
Distribución porcentual varietal por valle productivo
CATAMARCA
VALLE CENTRAL
BOLSON DE PIPANACO
TINOGASTA
Arbequina
39
36
46
35
Manzanilla
14
26
7
28
Picual
12
13
14
2
Frantoio
8
6
13
7
Empeltre
4
4
4
9
Coratina
3
4
4
0
Otras
18
21
13
18
Superficie (has)
13.172
8.095
4.012
1.065
Fuente: Dirección Nacional de Alimentación
 
Al analizar detenidamente las variedades se observa la gran concentración que habrá en la oferta de materias primas. Si a esto se le suma que para obtener un producto de excelente calidad la aceituna se debe cosechar de los estadías más tempranos de maduración, la oferta aún estaría más restringida en el tiempo.
Esto hace pensar que un serio problema a solucionar será la logística de cosecha, traslado y recepción de materias primas. Suponiendo que la cosecha comience a principios del mes de marzo, se estima que al menos el 70% de la aceituna se debería moler en los primeros 60 días de cosecha. Esto hace pensar en la necesidad de instalar fábricas que trabajarán con una gran capacidad ociosa estacional.
Otro de los puntos a tener en cuenta es la gran cantidad de mano de obra requerida para la cosecha: en condiciones normales un operario cosecha 250 kg de aceituna por jornal y estimando un rendimiento de 10 Tn/ha de aceituna, se necesitan 40 jornales/ha. Para las 12.000 has plantadas se 480.000 jornales.
La alta dependencia de la mano de obra durante el cosecha, y su incidencia sobre el costo de producción, motivó a los grandes productores la implementación de sistemas mecánicos de recolección de la fruta. Hasta el momento se ensayaron varios sistemas pero aún no se llegó a determinar cual es el más apropiado a las condiciones de cultivo.
Cabe aclarar que en los primeros años de producción la cosecha mecánica no presenta ventajas económicas respecto de la manual, sin embargo, posee ventajas indirectas al evitar la dependencia del personal contratado. Hay que recordar que la mano de obra capacitada es un recurso escaso, en especial en el Bolsón de Pipanaco y Tinogasta.
Prácticamente la totalidad de los proyectos consideran a la cosecha como un costo variable, con valores que rondan los 0.08 a 0.12 $/Kg de aceituna para la recolección manual, y de 0.04 a 0.06 $/Kg para la mecánica. En el caso de la cosecha manual, se debe considerar que cada operario puede cosechar una cantidad máxima de aceitunas por jornada, la incorporación de esta alternativa encarece sustancialmente los costos de recolección.
Tomar este tema a la ligera es caer en un grave error: no se puede hablar de cosecha mecánica de aceituna, se debe hablar de la aptitud de las distintas variedad a la cosecha mecánica. En primer lugar no es lo mismo cosechar una aceituna para mesa que para aceite: en el primer caso el tratamiento debe ser lo suficientemente delicada como para no afectar el aspecto visual en el momento de la cosecha o posterior.
En el caso de las aceiteras el problema más grande es el tamaño: cuanto más chica es la aceituna mayor es su capacidad de ¨quedar pegada a la rama¨, es decir su resistencia a la vibración. Una de las variedades de menor aptitud para este tipo de cosecha es Arbequina, y en la provincia de Catamarca corresponde al 39% del total plantado.
Al hablar de cosecha mecánica, también debe tenerse en cuenta la resistencia del árbol a la vibración. Este factor influye de 3 maneras básicas: estructura de la planta, relación tallo/raíz y características del suelo.
El primero de los factores no resulta una limitante en la región: gran parte de las plantas de variedades aceiteras se condujeron en sistema ¨monocono¨, sistema de poda que favorece el desplazamiento de la vibración, que imparten las cosechadoras, al extremo de las ramas. Según el relevamiento de INTA, el 53% de las plantaciones tiene este sistema de conducción.
Los otros 2 factores no son menores porque comprometen la posterior estabilidad de la planta. Cuanto más ligero sea el suelo (mayor porcentaje de arena) y más grande sea al relación tallo/raíz mayores son las probabilidades de que las plantas sufran descalzamientos y roturas de raíces. En tal sentido, una de las variedades que más se va a ver afectada por este tipo de cosecha es Empeltre por poseer un gran desarrollo en altura y escasa profundidad de raíces.
Sobre estos 2 factores también actúa en forma negativa el riego. Prácticamente la totalidad de las plantaciones modernas se riegan por goteo por lo cual el crecimiento de las raíces se limita al bulbo de mojado. Si el bulbo de mojado es de escasas dimensiones, el anclaje de las plantas será menor y mayor al probabilidad de que las plantas se vean afectadas.
El efecto del sistema de riego va a ser menos serio en el Valle Central debido a que las precipitaciones permitirán el desarrollo de las raíces fuera de la zona de influencia de los goteros. En Tinogasta y el Bolsón de Pipanaco, el desarrollo de las raíces va a estar determinado por la ampliación futura del bulbo de mojado.
Un tercer problema, no menor, es la logística de distribución de las materias primas: para obtener un buen aceite se debe partir de una buena materia prima bien manejada y con menos de 24 hs. de cosechada. Esto hace pensar en la necesidad de una muy buena planificación de la cosecha de la aceituna, de manera tal de evitar tener que apagar las máquinas y de no atascarla por exceso de materias primas.
Las fábricas deberán contar con una playa de recepción de materias primas que permita almacenar en ¨bins¨ la aceituna que se molturará en 24 hs. Este lugar debería ser fresco y techado.
Pero el manejo tiene otro problema: la necesidad de medios de transporte para movilizar la aceituna dentro y fuera de la finca. Si bien el costo del transporte está evaluado en los proyectos, sería necesario conocer si en la zona hay suficientes medios de transporte.
Según se perfila, la gran concentración en la oferta de materias primas no es un problema menor, y esto empeora si se incluye la logística de cosecha y distribución de las aceitunas.
 
Capacidad de transformación de las materias primas
Como se explico anteriormente, Catamarca se transformará en la principal productora de aceituna con destino a la extracción de aceite, sin embargo por el momento su capacidad de molienda es limitada. Hoy en día, en la provincia sólo hay 3 fábricas de aceite de oliva: una de prensas en Andalgalá y 2 centrífugas, una en el Valle Central y otra en Pipanaco.
Una particularidad que presenta la provincia es que el actual crecimiento en la producción de materias primas no va acompañado por la instalación de plantas de procesado. La justificación de esto es que si bien las plantas comenzaron a producir el rendimiento total, en kg/ha y kg/planta, no justifica el instalada de las almazaras.
Si bien esta prevista la instalación de nuevas fábricas, no todos los diferimientos cuentan con la producción de materias primas como para abastecer la demanda de aceitunas de una almazara de tamaño medio. Para conocer un poco mejor esto, es conveniente analizar la distribución de las fincas por superficie a plantar con olivos:
Para poder establecer la conveniencia de que un establecimiento establezca una fábrica de aceite de oliva se partirá de los siguientes supuestos:
- Producción de aceituna por hectárea: 10 ton
- Rendimiento industrial: 15%
- Extensión de la campaña: 120 días
- Concentración de la oferta: el 70% de la materia prima se cosechará en los primeros 60 días.
- La estrategia a seguir será la producción de aceite de excelente calidad (física, química y sensorial)
Partiendo de los supuestos predeterminados, la superficie mínima para establecer una almazara sería de 200 has. Con esta superficie se obtendrían las materias primas para satisfacer la demanda de una fábrica que muele entre 20 y 30 ton de aceituna diaria.
Distribución de los establecimientos por superficie a plantar
CATAMARCA
VALLE CENTRAL
BOLSON DE PINACO
TINOGASTA
SUP
SUP
SUP
SUP
0-200
HAS
3.650
26
1.550
10
1.700
13
400
3
201-400
HAS
5.077
18
3.487
13
1.240
4
350
1
401-600
HAS
2.832
6
1.987
4
845
2
0
0
+ 601
HAS
8.648
7
4.125
4
3.758
2
765
1
TOTAL
HAS
20.207
57
11.149
31
7.543
21
1.515
5
Fuente: Dirección Nacional de Alimentación
 
Si estos cálculos son correctos, al menos en el 50% de los establecimientos productivos no se justificaría establecer una almazara. Ahora bien, como varios de los establecimientos son contiguos, o muy cercanos, se debería evaluar la alternativa de establecer almazaras de trabajo conjunto.
Según las primeras estimaciones de producción para la campaña en curso, 2000/01, la provincia de Catamarca produciría alrededor de 8 a 10 millones de kilos de aceituna, principalmente en el Valle Central.
Para moler esta cantidad de aceituna la capacidad instalada en la provincia es suficiente, sin embargo, al analizarse la concentración en la oferta de materias primas, podrían llegar a producirse sobreofertas temporales, de ahí que gran parte de la cosecha de este año se venderá para ser procesada fuera de los límites provinciales, principalmente en La Rioja.
Según manifestaron los productores, en los proyectos originales estaba contemplada la instalación de las fábricas asociadas, sin embargo el cambio en las condiciones de mercado, llevó a que en la actualidad sean muchos menos los proyectos. Una de las herramientas que juega a favor de la implementación de fábricas es la asignación de cupos de promoción industrial de que dispone la provincia, sin embargo, por el momento la provincia no cuenta con copos disponibles.
Según las estimaciones realizadas por INTA Catamarca, las 13.000 has plantadas con olivos demandarían, en el 2006, una capacidad instalada de 1.900 tn de aceituna por día, es decir que deberían instalarse por lo menos 16 módulos nuevos de 100 tn/día, o su correspondiente en módulos de menor capacidad.
En caso de que no se instalen industrias, gran parte de las materias primas van a tener que procesarse en otras provincias. En este sentido es importante analizar cuales son las alternativas de colocación de las aceitunas:
- La Rioja: si bien se presenta como el actual destino prioritario, hay que pensar que también va a ser una importante productora. Asimismo, el crecimiento del sector industrial riojano va a ser limitado.
- San Juan: también en este caso se trata de una provincia que a futuro va a producir una gran cantidad de aceitunas. A esto se le debe sumar que los valles de la región sur se encuentran en la zona de lucha contra mosca de los frutos, por lo tanto el ingreso de materias primas está vedado.
- Mendoza: esta provincia presenta una parodoja, cuenta con una capacidad instalada alta pero gran parte estará ociosa, sin embargo, la posibilidad de ingresar materias primas está vedada por corresponder a zona de lucha contra mosca.
En el supuesto caso de que la barrera no constituya un problema, se debe evaluar a la distancia como factor de encarecimiento y de reducción de la calidad de la aceituna.
Como se ve, en caso de que la provincia no aumente su capacidad de molienda, enfrenta un serio problema para colocar sus materias primas. En tal sentido, la provincia debería iniciar los trámites necesarios para ingresar en la zona de lucha contra mosca.
 
Estrategia futura de la producción provincial:
Teniendo en cuanta que el 80% de las superficie plantada corresponde a 6 variedades, todas de excelente aptitud industrial, la provincia se podría transformarse en la principal productora de aceites varietales. Sin embargo, para que los aceites realmente se valoren como tales, deben ser impecables en sus atributos sensoriales, por lo tanto resulta indispensable aplicar al detalle todas las buenas práctica de manufactura que aseguren obtener un producto inigualable.
Se debe partir de la premisa de que la única alternativa que tiene Argentina para insertarse en el mercado mundial de aceite de oliva es con productos de primera línea con un alto grado de diferenciación, tanto sea de aceites fraccionados para consumo como para venta a granel. En ambos cosos, los aceites de encabezamiento son una necesidad: en el primer caso porque le transfieren el carácter distinto al aceite y en el segundo parque constituyen la herramienta de negociación del resto.
Debido a la gran concentración en la oferta de materias primas, uno de los grandes inconvenientes que va a atravesar el sector industrial es al momento de la recepción de las aceitunas: los cargamentos deberían ser clasificados por calidad, aptitud industrial y grado de maduración.
El otro punto importante va a ser el manejo del aceite en los depósitos. Partiendo del supuesto de que los aceites van a ser varietales, las plantas de depósito van a tener que diseñarse teniendo en cuenta esta estrategia de comercialización. Esto implica tanques de depósito de diferente capacidad para contener los distintos tipos de aceite.
En este sentido es necesario dividir los aceites en 3 grandes grupos: encabezamiento, buenos, lampantes. Bajo condiciones generales de manejo la producción anual de una fábrica debería tener un 30% de aceites de encabezamiento, 40% de aceites buenos y 40% de aceites lampantes.
Un buen diseño de una planta de almacenamiento debería tener en cuanta esta distribución teórica. En tal sentido, al menos un 30% de la capacidad de almacenamiento debería estar diseñada con tanques de baja capacidad para permitir mantener aceites, que aún siendo de la misma variedad, presentan diferencias sensoriales dignas de resaltar.
El objetivo de este tipo de clasificación de los aceites es el de lograr un mejor precio al momento de venta. Si bien es cierto que en la actualidad los destinos prioritarios del aceite argentino, consumo interno y Brasil, no ¨aprecian¨ al aceite de oliva por su atributos sensoriales, en el momento en que la oferta obligue a pensar en destinos alternativos, el contar con este tipo de clasificación va a actuar como herramienta de venta.
Asimismo, cabe aclarar que en los últimos 2 años, al menos el consumidor argentino manifestó un cambio en la preferencia de consumo: surgió un nuevo perfil de consumidor que prefiere los aceites suaves, en los que los atributos sensoriales juegan un papel fundamental. De continuar esta tendencia, el consumidor ya no consumiría aceite de oliva, sino distintos tipos de aceite de oliva: para ensaladas, para fritura, para aderezar carnes, etc.
 
Conclusión:
Si bien la provincia de Catamarca se perfila como la principal productora de aceite de oliva de Argentina, aún le quedan serios problemas para insertarse en una realidad cada vez más exigente.
Sin embargo, todavía cuenta con la ventaja del tiempo: recién en 2 cosechas la producción provincial va a ser significativa. Este tiempo permitirá a los industriales adecuar sus políticas productivas e industriales a esta nueva realidad.
Durante este tiempo, se deberá dar respuesta a los puntos antes mencionados, fundamentalmente en lo que respecta a la logística de cosecha y distribución de las materias primas, y al almacenamiento del aceite.
1 - La Ley 22.021, de Diferimiento, prevé diferir el pago de impuestos nacionales y utilizar el dinero para realizar inversiones agropecuarias en regiones marginadas. Las provincias que más beneficiadas fueron: Catamarca, La Rioja, San Juan y San Luis.
2 - La posibilidad de implementar cosecha mecánica en los montes tradicionales está limitada por el gran desarrollo de plantas y porque los montes están implantados siguiendo la topografía de la región.
3 - Hay que tener en cuenta que las condiciones climáticas de las regiones olivareras argentinas son diferentes a las de las de origen de las variedades plantadas, por lo cual es de esperarse algunas variaciones en las características de los aceites.
4 - En un cultivo tradicional, con marcos de plantación a 10x10 y plantas de gran desarrollo, un buen cosechero ¨ordeña¨ entre 120 y 150 kg de aceituna porjornal. El rendimiento de 250 kg/jornal se basa en la mayor densidad y las plantas de menor tamaño.
5 - Según el análisis realizado por INTA, en la provincia no se presentarían problemas de ¨atascamiento¨ en las rutas provinciales ni de caídas en el suministro de luz durante el período de molienda.
Fuente: Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación - Subsecretaria de Alimentación y Mercados - Dirección Nacional de Alimentación

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