sábado, 20 de febrero de 2016

Eliminación de impuestos a las exportaciones de olivo y derivados

Eliminación de impuestos a las exportaciones de olivo y derivados

 Resumen ejecutivo
I)El retraso cambiario que aqueja nuestra economía provoca problemas de competitividad crecientes en vastos sectores de las producciones regionales. No escapa a este problema el sector olivícola. En el presente trabajo proponemos, como una manera de paliar dichos problemas, la eliminación de los derechos que gravan las exportaciones de los productos manufacturados por este sector como son las aceitunas en conserva y el aceite de oliva.
I) Introducción El sector olivícola forma parte de una cadena de producción cada vez más relevante en varias provincias argentinas. Sin embargo, el retraso cambiario que se ha experimentado en el país durante los últimos años, sumado a los incrementos en la carga tributaria, los salarios, transporte y problemas en la importación de insumos, ha ido configurando un escenario de claro y constante deterioro en los niveles de competitividad de las empresas del sector. Es fundamental tomar medidas de política macroeconómica que puedan romper esta tendencia negativa que ha impactado en todas las economías regionales del país. Uno de los instrumentos que mejoraría la competitividad del sector olivícola, o al menos reduciría la tendencia negativa en materia de rentabilidad empresaria, es la eliminación de las retenciones que gravan las exportaciones de las aceitunas en conserva y el aceite de oliva.

 II) La actividad olivícola en la Argentina
  La producción olivícola es de larga data en nuestro país, encontrando antecedentes de dicha actividad en el siglo XVI en la provincia de La Rioja. Con el tiempo la olivicultura se ha ido expandiendo hacia el norte y sur del país. Hoy a esta actividad también la encontramos en las provincias de Catamarca, San Juan, Mendoza, San Luis, Río Negro, Córdoba y Buenos Aires .
 Actualmente Catamarca es la provincia con mayor superficie cultivada con el olivo (27% del total del país), seguida por La Rioja (25%), San Juan (22%) y Mendoza (18%)4 .
 La Argentina es el principal productor olivícola por fuera de la cuenca del Mediterráneo, y es el quinto productor mundial de aceitunas en conservas y el décimo primero en aceite de oliva. La cadena de producción olivícola consta de una etapa agrícola, cuando se produce la aceituna, y una etapa manufacturera, mediante la cual se generan los bienes finales del sector: las aceitunas en conserva y el aceite de oliva.
 En toda la cadena podemos registrar un conjunto de amplias actividades. Comenzando, en la etapa agrícola, con la producción de plantines, el cultivo, la poda y la cosecha de aceitunas.
 En el caso del aceite de oliva, la materia prima (aceitunas) inicia su manufactura con la molienda y amasado, luego el prensado y, por último, el filtrado y envasado.
En lo que respecta a las aceitunas en conserva el proceso industrial comienza con el quemado y fermentación, finalizando con el envasado.
Aproximadamente el 70% de la superficie cultivada de olivares tendría como destino el aceite de oliva, siendo el 30% restante a la aceituna de mesa.
 La concentración en la primera etapa de la cadena olivícola es baja, con más de 2.000 pequeños productores con unidades de menos de 10 hectáreas y unos 300 productores más grandes, con extensiones que van desde las 250 a las 300 hectáreas. En la etapa industrial la concentración del mercado es mediana-alta, ya que el 70% de la producción es realizada por no más de 10 empresas, si bien tanto en aceitunas de mesa como en aceite de oliva encontramos en cada sector casi un centenar de empresas
  Las exportaciones argentinas de aceite de oliva aumentaron diez veces entre 2000 y 2012, lo cual refleja una tendencia bajista en los precios internacionales del producto. La participación de mercado en las exportaciones de aceite de oliva alcanzó el 1,7% del total mundial. Los principales destinos de las ventas de aceite de oliva al exterior en 2011 fueron: EEUU (55%), Brasil (31%) y España (5%) Por su parte, la exportación nacional de aceitunas en conserva se duplicó en lo que respecta a montos y cantidades durante el mismo lapso, mejorando de ese modo la participación en el mercado mundial hasta alcanzar el 11,5% del total en 2011.
Durante ese año el 90% de las ventas de aceitunas en conserva al exterior se dirigió a Brasil (85%) y EEUU (5%).
 Las inversiones realizadas en nuevas plantaciones durante la década de 1990 comenzaron a dar sus frutos hacia principios de la década siguiente. El volumen de producción se incrementó, entre 2000 y 2011, significando ello casi el 240% en la elaboración de aceite de oliva y un 90% en las aceitunas de mesa. Las exportaciones de aceitunas de mesa registraron un incremento del 146% entre 2000 y 2010, mientras que las de aceite de oliva aumentaron un 93% en el mismo lapso. Para el año 2010 los mercados de Brasil y EEUU se ubicaron como los principales destinos de las ventas externas del sector, con aproximadamente un 80% de las exportaciones totales del complejo olivícola . Las exportaciones argentinas de aceitunas en conserva representan dos tercios (67%) de las ventas externas totales del sector olivícola, siendo las de aceite de oliva el 29%, y el 4% restante las de aceite refinado y otros aceites. Las exportaciones totales del sector alcanzaron en 2012 los U$S150 millones . La principal ventaja con la que cuenta la producción del olivo en nuestro país reside en la contra estación si se la compara con la de los demás países productores ubicados en la cuenca del Mediterráneo.
Además de ello, nos encontramos con la capacidad de producir grandes cantidades de aceites vírgenes de calidad y una gran variedad que nos permite la generación de aceites blend (mezclas o cortes) para abastecer un mercado aún mayor al actual .
En materia de empleo de mano de obra, la actividad tiene su pico durante la etapa agrícola. Durante esta etapa prima el empleo transitorio (especialmente durante la cosecha) por sobre el permanente. Por el contrario, la contratación disminuye durante la etapa industrial.

Cuadro Nº 1:
 Sobre empleo total (en %)-Sector olivícola. Año 2009
Provincia       Agro temporario Agro permanente e industria
 Catamarca          7,9                                    1,0
 La Rioja               8,5                                   2,0
 San Juan               2,1                                   0,7
 Mendoza             0,8                                     0,3
 Fuente: IERAL.

 Para el año 2009, la población que trabajaba de manera permanente en las cuatro principales provincias productoras era de aproximadamente 8 mil personas (ver cuadro nº 1), mientras que podemos estimar en unas 33 mil personas las que aquel mismo año se desempeñaban llevando a cabo tareas temporarias.11 .

III) Principales problemas del sector
A pesar del panorama descripto anteriormente, últimamente se ha registrado una tendencia negativa en el sector olivícola. La cosecha 2012/2013 de nuestro país fue afectada por la desaceleración de la economía de Brasil, la caída de la competitividad local y la reducción en los precios internacionales. Para 2014 se espera una retracción importante en la producción de aceitunas, lo cual le pone mayor presión a los márgenes de rentabilidad de las empresas del sector. En el caso particular de la provincia de San Juan, por ejemplo, se espera para la cosecha de este año una caída en la producción de al menos un 50%, como consecuencia de las fuertes heladas del período Julio-Septiembre de 2013. Además, de las 22.000 hectáreas productivas que había en la provincia en 2008, hoy solo llegan a las 16.000. La empresa del sector más importante de San Juan, que administra el 55% del negocio en la provincia, procesó en 2013 unas 22 mil toneladas mientras que para este año se esperan solo alrededor de 6 mil. Situaciones similares se viven actualmente en las otras provincias de la región de Cuyo. El problema de fondo que enfrenta el sector olivícola es similar al de las otras economías regionales del país: los aumentos en los costos internos de producción no son trasladables al consumidor, dado que el precio se fija en los mercados mundiales y, por lo tanto, se van deteriorando los márgenes de rentabilidad empresarial. Si bien este deterioro en la competitividad sectorial en muchas economías regionales puede ser consecuencia de dificultades microeconómicas propias de cada empresa (gestión, calidad, logística, recursos humanos, etc.), un elemento determinante es el retraso cambiario de los últimos años, provocado por un proceso inflacionario que supera el ritmo devaluatorio de la moneda local. En el caso del aceite de oliva, el precio internacional entre 2000 y 2012 ha sufrido un retroceso cercano al 10%. Durante el mismo período la cotización del dólar en nuestro país aumentó un 553%. Sin embargo, los precios internos se han incrementado al menos un 700% lo cual, sumado al aumento de la presión tributaria y al crecimiento en los niveles salariales, configura un escenario de deterioro en los niveles de competitividad del sector. Si bien en el caso de las aceitunas en conserva los precios, entre 2000 y 2012, prácticamente se han mantenido estables, la suba en el precio del dólar no ha logrado compensar los incrementos de los costos internos (suba de costos de producción, salarios e impuestos). A los factores señalados previamente, que constituyen un escenario de costos en dólares crecientes, podemos agregarle los problemas de abastecimiento de insumos importados que se viene registrando en los últimos años, agregando más elementos a la pérdida de competitividad del sector.
 Si consideramos los últimos cinco años observamos que, en el caso del aceite de oliva, los precios internacionales se han incrementado un 5% mientras que el costo unitario (en dólares) ha subido un 90%
 Queda claramente registrada, así, la pérdida de competitividad del sector.

 IV) Propuesta legislativa
Dado el evidente deterioro en los niveles de competitividad del sector local olivícola de la última década estamos recomendando la eliminación de las retenciones a las exportaciones, tanto en lo que respecta a las aceitunas en conserva como en el aceite de oliva. Esta medida, si bien no es suficiente, mejoraría los niveles de rentabilidad del sector. Si tenemos en cuenta que las exportaciones totales del sector olivícola no superan los U$S150 millones anuales, y dada una tasa de las retenciones del 5% del valor exportado, podemos estimar que la pérdida fiscal por la eliminación de dichos tributos es de aproximadamente U$S 7,5 millones o $60 millones anuales. Este monto representa el 0,10% de la recaudación total de retenciones a lo largo del año 2013 o el equivalente a menos de la mitad del dinero que la Aduana recauda diariamente en concepto de derechos de exportación.

V) Texto normativo ARTICULO 1º - No se aplicarán derechos de exportación a las mercaderías comprendidas en las posiciones arancelarias de la nomenclatura común del MERCOSUR 0711.20.10, 0711.20.20, 0711.20.90, 1509.10.00, 1509.10.001, 1509.10.009, 1509.10.900, 1509.90.10, 1509.90.100, 1509.90.101, 1509.90.109, 1509.90.90 y 1510.00.00. ARTICULO 2º -
 Comuníquese al Poder Ejecutivo.

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