lunes, 9 de abril de 2012

CRISIS OLIVICOLA ARGENTINA


Emergencia en el sector olivícola

El incremento de los costos de producción sumado al aumento de precio de la mano de obra son algunos de los factores que hacen que hoy el negocio olivícola sea poco rentable. Varios productores no cosecharán y muchos de ellos dejaron de exportar.

Emergencia en el sector olivícola
El aceite de oliva fue siempre uno de los sectores más importantes para Argentina. A nivel mundial, el país se encuentra entre los 11 principales productores. Dentro de Argentina, las principales provincias productoras de aceituna son La Rioja, Mendoza, Catamarca y San Juan. 
Hoy, la industria se encuentra en un momento complicado, propiciado por varios factores. Por un lado, este año se espera una cosecha menor. 

Según Rodolfo Vargas Arizu, empresario olivícola y directivo de la Cámara de Comercio Exterior, “en el 2012 se cosechará la mitad de una cosecha normal, igualmente estamos esperando. En el norte de Argentina ya se comenzó a levantar aceituna de conserva pero acá en Mendoza recién será en 10 días, mientras que en La Rioja y Catamarca la aceituna aceitera se levantará los primeros días de abril. Aún así, sabemos que será un año complicado, dado principalmente porque muchos productores no cosecharán, ya que el kilo de aceituna vale menos que el costo de la cosecha”.  

Por los costos, Gianfranco Andreani, director de Yancanello, comentó que una de las soluciones sería cosechar mecánicamente. “El costo de cosechar a máquina, pasando a aceite, es de 500 dólares por tonelada de aceite. Mientras que cosechando manualmente, es de 1200 dólares la tonelada. De este modo, para que el producto sea rentable y competitivo debería costar entre 1700 o 1800 dólares, un producto de calidad. Y hoy, está por debajo de esto”.

Según los consultados, este año la aceituna tendrá los mismos valores que el año pasado. Unos 0,35 centavos de dólar la empeltre y una criolla 0,40 centavos el kilo. 

Oscar Alonso propietario de Industria Aceitera Olivi Hnos y secretario de Asociación Olivícola de Mendoza (Asolmen), contó que otros de los problemas que enfrentan los productores es la falta de mano de obra, por los ya conocidos subsidios y planes trabajar del Gobierno. 

Por otro lado, la industria este año se encuentra en otra encrucijada, y es que frente a los problemas climáticos muchas empresas quedaron con muy pocas hectáreas para levantar y a los cosechadores, prácticamente no les conviene. “Algunos, van a las fincas, y ven que de 10 plantas sólo dos quedaron sanas, y pueden levantar 3 o 4 cajas, a ellos esto tampoco les es rentable lógicamente”, explicó Alonso. 

Desde la Industria Aceitera Olivi Hnos este año han optado por no cosechar. Alonso tomó esa decisión, alentado por la escaza mano de obra, el aumento del 60% por el impuesto al riego más el incremento de la jornalización de los trabajadores y el valor del gasoil, entre otros. 
Además, según explicó de las 75 hectáreas que él tiene, el 80% de su producción fue arrasada el 23 de setiembre por la helada, mientras que otro porcentaje, se lo llevó el viento zonda. “La producción que me queda es muy poca; es por esto que sólo levantaré lo que me queda con el personal fijo de planta. De este modo, quedará para un aceite de oliva de menor calidad”. 

Así como expresó Gianfranco Andreani que la solución sería cosechar a máquina, Alonso coincidió. Sin embargo manifestó que el gran porcentaje de los olivos se encuentran entremezclados con la vid, siendo imposible levantar de este modo. 

Las exportaciones suben y la competencia también
Según datos brindados por ProMendoza, en base a datos de la Aduana Argentina, durante el 2011 se exportó 3.533.678 de dólares, con un total de 10.311.264 kilos de aceite de oliva a un precio promedio por kilo de u$s 2,92. Si se compara con el 2010, se creció 45% en valor, 59% en volumen, pero cayendo un 8%  el precio promedio. 

Brasil, Estados Unidos, Italia, Filipinas y Venezuela se ubican entre los principales cinco mercados de exportación. El primero de ellos siempre fue el principal destino, no obstante, si se compara 2011 vs. 2010, la caída fue 23% en valor, 18% en volumen y 7% en precio promedio. 

Alejandro Fadel, gerente de ProMendoza, comentó que Brasil fue durante mucho tiempo el principal mercado de exportación de los aceites de oliva, llegando a representar el 88% del total de envíos. Sin embargo, “desde el año pasado ese porcentaje se repartió entre éste mercado con el 46% y Estados Unidos con el 44%”.  

“En Brasil nos encontramos con una competencia feroz, donde los costos de Argentina no ayudan a presentar un aceite de oliva a un valor competitivo. Sucede que hay una disminución en el precio internacional del 30%- 40%, más un aumento de stock internacional propiciado principalmente por una excelente cosecha española, más una disminución en el consumo, lo que ha provocado que la Unión Europea salga a dar un salvataje a esta industria subsidiando el 50% del valor del aceite. Ante esto, la situación de argentina es terminal”, detalló Vargas Arizu. 
Desde Yancanello mencionaron que “el agravante es la crisis que presenta Europa, y principalmente España, que es quien determina en definitiva los precios mundiales. A Brasil, España llega por debajo de nuestro costo de cosecha. Ellos por cada euro de producción, le pagan medio euro más al productor. En nuestro caso, no nos dan los precios para exportar a Brasil, en este momento. Hoy, el 80% está destinado al mercado interno, cuando antes el porcentaje era del 60%; de a poco hemos revertido esto”. 

Pero más allá, como mencionó Arizu, “España, principal competidor mundial, se encuentra en una de sus mejores cosechas. Lo que sucede acá, es que la producción de este país ha crecido considerablemente en los últimos años, pero la demanda en su mercado interno se ha visto estancada, por lo que han tenido que salir a reventar sus productos afuera. Pero además de España, esta situación se refleja en muchos productores mundiales, en donde han tenido que salir a liquidar stock. Es así, que ante este panorama, los precios argentinos no pueden competir con los valores internacionales”. 

Según Fadel, la tendencia, a pesar de la crisis, es moderadamente optimista. “En base a los que ha estado sucediendo con Brasil, Argentina comenzó a incursionar en mercados no tradicionales, como Filipinas e Italia”. 

“Sin embargo -agregó- el problema que resalta en el caso de Italia, es que los envíos son a granel, perdiendo de este modo la marca argentina. Ya que una vez que llega a destino, se envasa con la marca del lugar”.  

Finalmente, desde ProMendoza, mencionaron que se continuarán con los esfuerzos, ya que se trata de una de las industrias más grande de la provincia. Por lo que a donde se va a promocionar el vino, también se lleva al aceite de oliva. “Son dos negocios que están muy aparentados”.

Promoción industrial
Vargas Arizu, mencionó que hay un enemigo interno que está asechando la rentabilidad de los pequeños productores y a los más grandes los está alentando a caer. Y es que según destaca, Mendoza se encuentra en inferioridad de condiciones. “El diferimiento impositivo no está aquí, a pesar de que la mejor calidad de aceituna sí lo esté. Desde la Cámara de Comercio Exterior hemos pegado el grito en el cielo, porque somos la provincia que más produce y aporta y nosotros pagamos IVA, mientras que en las provincias de Catamarca, La Rioja y San Juan, donde se han instalados nuevas empresas, que no la vienen luchando desde hace tiempo no lo hacen”. 

Las empresas ubicadas en esas provincias, son en la mayoría grandes compañías de Buenos Aires, ya que las que pertenecían a los lugareños desaparecieron. 
“Estas grandes empresas, difieren impuestos con los juegos y casinos, y en lugar de pagar el IVA han comprado tierras, instalando riego por goteo, tecnificado sus plantas, sin conocer la industria, con el sólo objetivo de diferir impuestos, no de inversión. Ante esto, todas las empresas tradicionales del país desaparecieron o quedaron a la mínima expresión, siendo imposible competir con ellos”, comentó Vargas Arizu. 

Envasar en origen
Desde Yancanello, Gianfranco Andreani, comentó que “otro problema que tiene Argentina es que más del 60% de la producción se envasa fuera del lugar origen, eso lleva a que no haya control de calidad, adulterando el producto y vendiéndolo a mitad de precio. Ante esta situación no se toman medidas y nadie penaliza. Si se sigue así el productor chico va a desaparecer".
Finalmente, el empresario destacó: “esperamos que en corto plazo esta situación cambie y la industria se beneficie pudiendo garantizar las calidades de un producto de valor como es el aceite”. 

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