jueves, 10 de mayo de 2012

Olivicultura: situación del sector


Olivicultura: se agrava la situación del sector

La situación del sector es preocupante. Mañana se conocerá la nómina de establecimientos elegidos. Si todo marcha bien, en una semana convocarían a productores interesados para llevar aceitunas a las fábricas.


Olivicultura: se agrava la  situación del sector
Mientras un comité de selección cerraba ayer la evaluación de las industrias que aspiran a elaborar las aceitunas que saldrá a comprar el Gobierno de la Provincia, crece la expectativa por la puesta en marcha de la operatoria; lo que constituirá el primer paso concreto como parte del Fideicomiso de Asistencia a la Actividad Agroindustrial, dirigido al sector olivícola. 

A mediados de semana se abrieron los sobres que contenían la documentación presentada por cada una de las siete elaboradoras interesadas. Al mismo tiempo, en la otra punta, el Instituto de Desarrollo Comercial (IDC) acelera contactos para tratar de colocar, en el mercado interno, el aceite que se espera elaborar; y en los próximo días continuará la puesta a punto de los detalles para iniciar la recepción de aceitunas -si todo marcha como está previsto- dentro de la primera quincena de mayo. 

La iniciativa surgió como respuesta a la preocupación planteada en su momento por el sector industrial por las previsibles dificultades que iban a tener los productores para cosechar, y el temor a que más de uno -ante una nueva temporada sin rentabilidad- decidiera erradicar los olivos. 

El sector está mal, por los problemas conocidos. En el segmento del aceite de oliva, la mayor parte de la producción (alrededor del 70%) se exporta; pero las circunstancias de adentro y de afuera amenazan con dejar fuera del mercado a los exportadores locales. 

Al incesante aumento de costos (de producción primaria e industrialización) y la presión fiscal, se suma un escenario dominado por la baja en el precio internacional del producto, inducida -fundamentalmente- por una muy buena producción de España, por los subsidios con los que beneficia el Gobierno de ese país al sector, y por la crisis que está atravesando la nación europea. 

Así, el precio internacional ha bajado a casi un 50% respecto de los valores que tuvo en algún momento (de alrededor de U$S 4.500 a unos U$S 2.300 la tonelada). Desde el Gobierno entienden que la industria local no podría llegar a competir aún pagando entre 1 peso y 1,20 por kilo de aceituna (los valores de los que se hablaba al comienzo de la temporada) lo que, por otra parte, no sería viable para el sector de la producción primaria, sobre todo si se tiene en cuenta que al productor le cuesta prácticamente un peso cosechar un kilo de aceitunas.

Hay que cosechar 

Ante la preocupación manifiesta, el Gobierno de la Provincia constituyó un fideicomiso, con el propósito de “ayudar al productor a cosechar, al industrial a que elabore, y promover el consumo de aceite de oliva en el mercado interno”, define el Director de Desarrollo y Promoción Económica, Alejandro Zogbi. 

El Estado provincial asignó, para este operativo, un monto inicial de 10 millones pesos, con los que esperar poder adquirir unos 7 millones de kilos de aceitunas que deberían transformarse en alrededor de 1.000 toneladas de aceite de oliva extravirgen, asegura el funcionario. 
Zogbi indicó que “será una inyección financiera que ayudará a darle movimiento al sector”. 

Además, espera que este operativo provoque cierto impacto en el mercado porque, al margen de las complicaciones que pudieran tener los industriales locales, recuerda que hay jugadores grandes en el negocio, como el caso de Molinos Río de La Plata, “que requiere ciertos volúmenes de determinada calidad -particularmente la de Mendoza y la del Sur de San Juan- para asumir los compromisos” contraídos con sus clientes. 

Además, hay productores locales -que al mismo tiempo son industriales- que tienen sus marcas locales, y no van a vender su aceituna al Fideicomiso. 

Recuerda, asimismo, que “estamos apoyándo al sector con los créditos del Fondo para la Transformación; y tenemos 3 millones de pesos disponibles que vienen de la Subsecretaría de Agricultura de la Nación, para un programa destinado a promover pequeñas industrias. 

Salir a vender 

El aceite será fraccionado en botellas de medio litro y de un litro y será comercializado (dentro y fuera del país) bajo la marca Mendoza Oliva Bien, que oportunamente había sido desarrollada por el Instituto de Desarrollo Comercial (IDC) de Mendoza, para promocionar el producto mendocino en el resto del país. 

La comercialización se hará a través del IDC, que “va a ser el brazo de promoción comercial de todos los productos mendocinos en el país” define el Lic. Alejandro Morcos, gerente general del organismo. En ese marco, se avanzará en la comercialización del aceite de oliva producto del fideicomiso. “Nosotros vamos a colocar ese producto”, asegura. 

En cuanto a los canales a utilizar, el funcionario menciona los ámbitos oficiales, a partir de las relaciones oficiales que tiene Mendoza con distintas provincias y con el Estado nacional (hospitales, escuelas albergue, PAMI, etc). 

Por otra parte, las cadenas de supermercados (se está pensando, en principio, en vincularse con las cadenas chinas y con otras locales, sin alcance nacional), en lugares donde no trabaja el sector privado, por lo que, en principio, se avanzaría sobre el Litoral; el Noroeste (a pesar de la eventual competencia de las provincia olivícolas del Norte) y la Patagonia, que también es un mercado poco desarrollado y que constituye un mercado en el que se visualizan buenas oportunidades de negocios. 

No hay idea, todavía, del precio que se le va a poner al aceite de la Provincia que va a salir a vender el IDC. “Deberá ser un precio competitivo, pero que no atente contra el propio mercado”, advierte Morcos. 

Admite que será un desafío, porque “lo que estaba haciendo hasta ahora el IDC, era la promoción y el fomento del comercio minorista de la provincia, para que funcionara de mejor manera; ahora debe ser el brazo comercializador de la Provincia hacia el interior del país”. Por lo tanto, ahora -junto con la promoción y el acompañamiento al productor para que haga sus negocios- hay que salir a vender". 

Señala que hay un equipo formado -en principio serían cinco personas abocadas puntualmente a la venta- que ya han hecho algún contacto con la Secretaría de Comercio de la Nación, con el Gobierno de la Provincia de Córdoba (a través del área de desarrollo económico); con el Municipio de Bahía Blanca y con la Cámara que representa a los empresarios de origen chino, e iniciado gestiones para contactarse con la Cámara de Supermercadistas del país. También hay acercamientos con cadenas provinciales de supermercados de San Luis y de Córdoba y un mayorista de Chubut.

Control de olivos y aceites

Un Instituto de Olivicultura, para control de olivos y aceites
"cualquiera vende y nadie controla"


Sería un ente similar al INV. En el Gobierno aseguran que "cualquiera vende y nadie controla" la producción de aceite de oliva. Las declaraciones del gobernador tuvieron lugar ayer, cuando se presentó un fideicomiso de $10 millones para el sector


En medio de la profunda crisis que atraviesa el sector, potenciada por las trabas de Estados Unidos para la importación, el gobernador Francisco Pérez habló de la necesidad de crear un Instituto Nacional de Olivicultura que contribuya a un control de la producción y así mejorar la calidad del aceite de oliva argentino.

Pérez, acompañado por el ministro de Agroindustria, Marcelo Barg, destacó que en el actual panorama "cualquier vende y nadie controla", y analizó que esto pone en desventaja a Mendoza con respecto a otras provincias. En ese sentido, dijo que el aceite de oliva local y del sur de San Juan es el de mejor calidad del país.

El organismo que impulsa el gobernador cumpliría con una función similar a la del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), actualmente comandado por Guillermo García, aunque durante la conferencia de prensa de ayer, ni Pérez ni Barg hablaron de un proyecto concreto para que comience a funcionar el eventual INO.

Por su parte, el presidente de la Asociación Olivícola de Mendoza, Armando Manzur, hizo hincapié en los inconvenientes que atraviesan los productores y, después de remarcar las consecuencias de la promoción industrial, sentenció: "Los precios internacionales bajan y los costos locales aumentan. Hemos perdido competitividad".

ACEITUNAS ENVASADAS EN TETRA RECART.


NOVEDAD: ACEITUNAS ENVASADAS EN TETRA RECART.

Agroarauco comenzo su proceso de puesta a punto, para el lanzamiento de un nuevo producto: Aceitunas Envasadas en Tetra Recart. Nuestra empresa ha desarrollado hasta el momento una politica comercial que privilegio los grandes clientes, en su mayoria del mercado brasilero. esta acción se constituye como parte de la visión política del Gobernador Luis Beder Herrera que ha impreso una necesidad de alcanzar el valor agregado de los productos agricolas riojanos. Desde el 2011 se comenzó a trabajar en variantes de envasado para la aceituna, verde, negra, sin hueso y fileteada. La creciente demanda nacional y mundial , nos imulso a tratar de concretar un lanzamiento que cumpliera ciertos estandares necesarios para poder ser competitivos en un mercado de abundantes marcas que pujan por un espacio en las pretenciones del consumidor. La novedosa opción del Tetra Recart, constituyó toda una visión a futuro para un producto que debe cumplir con las condiciones que el mundo requiere para los tiempos que corren y las generaciones venideras. El envase Tetra Recart es el primer envase de cartón diseñado para productos que se sostienen por sí solos en el estante y tradicionalmente se venden en latas, frascos de vidrio o bolsas (alimentos como verduras, aceitunas, tomates, sopas y salsas). Los alimentos se esterilizan dentro del envase y permanecen frescos por hasta 24 meses. El Tetra Recart tiene un excelente impacto y efecto publicitario, liberando hasta un 40% del espacio del estante en el supermercado. Gracias a la forma cuadrada y su bajo peso, es muy facil manipular y transportar eficientemente. Práctico: fácil de abrir, almacenar y reciclar. Este inovador envase esta hecho en un 65% de materiales reciclables, cumpliendo con las premisas de Reducir, Reciclar y Responsabilidad. Asimismo, este es un producto con certificación de uso de bosques de manera susutentable. Estas prestaciones han hecho de ésta una opción inmejorable para considerar como el mejor envase para nuestras aceitunas, muy pronto Agroarauco llegará a la mesa del pais y el mundo, con aceitunas riojanas 100% natural, en un envase que hara del cuidado del ambiente un futuro hecho realidad.
Agroarauco, La Naturaleza Industrial del Olivo.

Seminario de cata en Bs As:



Generar nuevos espacios de encuentro para el desarrollo de la percepción y los sentidos es fundamental en la vida de toda persona interesada en el mundo gourmet.Es por esto que el Centro de Enólogos de Buenos Aires presenta el Seminario de Cata de Aceite de Oliva.

El seminario constará de cuatro encuentros los días martes y jueves 12, 14,19 y 21 de Junio del 2012 de 19:30hs a 21:30hs. La metodología de trabajo seráteórico-práctica, para que todos los concurrentes puedan participar activamente en  la degustación y comprobar lo propuesto durante la charla.
Se entregarán guías teóricas y un certificado de asistencia.

La actividad requiere inscripción previa dado que la capacidad del lugar es limitada.
El valor del seminario es de $420. Se realizará un 20% de descuento para Alumnos, Socios y Convenios.

El seminario estará a cargo de Alejandro Santarcieri



Informes e Inscripción:
Centro de Enólogos de Buenos Aires
Aráoz 1195 – C.A.B.A.
4774-8002 / 4899-2441

La Feria del Olivo de Montoro (Córdoba)




EL EVENTO SE HA CONVERTIDO EN UN PUNTO DE ENCUENTRO INTERNACIONAL

Más de 130 empresas participan en la Feria del Olivo

La Diputación, a través de AEMO, promueve unas jornadas y una entrega de premios

EUROPA PRESS 10/05/2012
La Feria del Olivo de Montoro (Córdoba) se consolida en su XVI edición convirtiéndose en punto de encuentro de un total de 138 empresas, nacionales e internacionales, del sector olivarero, con el fin de poner de manifiesto la importancia económica del sector, buscar soluciones a la compleja problemática de producción y comercialización, y dar a conocer las últimas innovaciones en maquinaria y avances tecnológicos y científicos.
     La feria, que se celebrará del 16 al 19 mayo en el Patrimonio Comunal Olivarero de Montoro, se mantiene como "un referente para el sector", según ha comentado en una rueda de prensa este jueves la presidenta de la Diputación de Córdoba, María Luisa Ceballos, ya que "es una de la grandes ferias profesionales de toda la Andalucía", a lo que añade que "los agricultores cordobeses están apostando por profesionalizar el sector y, por eso, tenemos que seguir apoyando esta iniciativa, que es fundamental".
     El alcalde de Montoro, Antonio Sánchez, ha explicado que el número de expositores es similar al de la pasada edición y que el presupuesto asciende a unos 240.000 euros. "A lo largo de estos años y gracias a la colaboración institucional, hemos conseguido que la feria se consolide como un atractivo para los profesionales y que muchas empresas se puedan dar a conocer", tal y como ha señalado Sánchez.
     La delegada del Gobierno andaluz en Córdoba, Isabel Ambrosio, ha resaltado la feria por su "singularidad" al establecerse como "un punto de encuentro donde se van a apreciar los avances y modernización que está llevando a cabo el sector olivarero".
     Entre las actividades paralelas que se celebrarán, se incluye la concesión del premio del Concurso de Aceites Vírgenes, en el que han participado más de 36 almazaras, y del galardón a la accesibilidad del envase, así como una serie de ponencias aglutinadas con el título "El aceite de Montoro-Adamuz y la salud", que pretende desvelar los beneficios del aceite de oliva y sus polifenoles sobre la salud.
     Asimismo, la Diputación colabora, a través de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), en la organización de las Jornadas Técnicas 'El Olivar en la nueva PAC', que ahondarán el día 17 en las líneas maestras de la nueva reforma de la política agraria común, y la entrega de los Premios Anuales AEMO.
     En relación a las jornadas, el delegado de Agricultura de la institución provincial, Julio Criado, ha subrayado su importancia, ya que "la cosecha de este año ha sido de récord con 1,6 toneladas de aceite, aunque esa cifra tiene un sabor agridulce pues los precios no alcanzan el umbral mínimo".
     En este sentido, Criado ha señalado que "todas las administraciones tenemos que trabajar para que la ayuda de la PAC venga íntegra y nuestros agricultores puedan capear el temporal de la mejor forma posible".
PREMIOS ANUALES DE AEMO
     Asimismo, el día 18 tendrá lugar la entrega de los Premios Anuales de AEMO --entidad que actualmente preside la Diputación de Córdoba--, cuyo fallo del jurado se dio a conocer el pasado mes de abril.
     Así, en la categoría de Mejor Almazara Nacional se ha concedido el premio a Agroexplotaciones Tucumán, de El Carpio de Tajo (Toledo), y el accésit a Almazara de Muela, de Priego de Córdoba. Y a Francisco Bujalance, perteneciente al Cortijo Suerte Alta, de Albendín (Baena), se le reconocerá el galardón del Mejor Maestro de Molino.
     En relación al X Concurso a la Difusión de la Cultura del Olivo, se premiará a la iniciativa 'Escuela de cata para niños', de la Denominación de Origen de Priego de Córdoba; a la exposición 'Olea Europea', de Antonio Campos, y a la rehabilitación del trujal de los Molinos de Ocón para un centro de interpretación, del Ayuntamiento de Ocón (La Rioja), en primer, segundo y tercer lugar, respectivamente.
     Además, 'El olivo helado', de la familia Celades, procedentes de Culla (Castellón) recibirá el VI Premio Aemo al Mejor Olivo Monumental de España.

ES DEPORTE NACIONAL LA ESPECULACION


En un país productor, ¿por qué falta aceite?
Las góndolas de los supermercados muestran la falta de aceite.
En los supermercados sólo se puede conseguir una unidad por compra y muchas veces de una sola marca. Desde la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina aseguraron que están abasteciendo normalmente el mercado. Los supermercadistas y los almaceneros afirmaron lo contrario. "Nos mandan restringido. Hay un día que nos mandan Natura y no Cañuelas, hay otro que llega Cocinero y no Natura", se quejaron los comerciantes. En el medio, el consumidor está atrapado.
La escasez de aceite en los supermercados y almacenes no es ninguna novedad. Ya es habitual ver en las góndolas el cartelito de “un litro por cliente”. Lo extraño es que en un país como Argentina, conocido por tener una importante producción aceitera, la venta sea dosificada. ¿Qué ocurre? ¿Los negociantes se están armando de stock? ¿Las aceiteras están produciendo menos? ¿Ha habido algún problema con la cosecha? ¿Los argentinos están consumiendo más?
Desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina confiaron a MDZ Onlineque ellos están abasteciendo normalmente el mercado y aseguraron desconocer los motivos de la misma. "Nosotros estamos manteniendo los niveles de provisión de aceite. Además, tenemos un acuerdo con el Gobierno Nacional, que se firmó en abril de 2011, y por el cual proveemos de aceite barato al mercado, que es el comestible (el mezcla) y que lleva el precio impreso en la etiqueta", comentó Andrés Alcaraz, gerente de Comunicaciones Corporativas y Relaciones Institucionales de esa entidad.
Sin embargo, los comerciantes se quejan porque no tienen el stock necesario para atender las necesidades de los clientes. Juan Carlos Nieto, del Centro de Almaceneros de Mendoza, aseguró que la falta de aceite comenzó el año pasado con menor intensidad y que ellos desconocen las causas de la mismas porque directamente falta en los mayoristas y los mismos no tienen respuesta a la situación.

Por su lado, Oscar David, de la distribuidora mayorista David, manifestó que las aceiteras no dan explicaciones, pero dijo que "el precio está marcado en la etiqueta, así que no se justifica que lo guarden. De Natura-AGD no me entregan nada de nada. Hace un mes que en mi negocio no tengo ni una sola botella de ellos. Sólo recibo de Molinos Río de la Plata y son los únicos que nos están entregando la cantidad que normalmente nos dan", precisó y analizó: "Supongo que también debe estar relacionado con el precio de la soja, que está más cara. Recordemos que el aceite comestible tiene una parte de girasol y otra de soja".
La situación se repite en todo el país: "Nos mandan restringido. Hay un día que nos mandan Natura y no Cañuelas, hay otro que llega Cocinero y no Natura, van cubriendo", afirmó Diego Serrano, subgerente del Vea del Shopping de San Luis a El Diario de La República. En esa publicación, comentó que en su sucursal reciben los productos que les envían desde Mendoza y que los responsables en la provincia mandan menos de lo que les piden. “Si son treinta palets, tal vez nos mandan cinco”, dijo y agregó que en la sede mendocina les explicaron que son las aceiteras las que limitan las salidas.
Por su lado, Juan Carlos Angulo, uno de los responsables de La Joya comentó que ellos abastecen de aceite de girasol sólo a las empresas gastronómicas y que a los supermercados les están vendiendo normalmente los de maíz, oliva y uva. También aclaró que ellos no tienen subsidio del Estado y que suponía que la falta puede venir por ese lado.
En este sentido, de la Cámara de la Industria Aceitera detallaron que en el primer cuatrimestre de este año ellos entregaron  41.504.241 litros repartidos entre: supermercados (cerca de 11 millones), mayoristas (más de 14 millones) y distribuidores (16.789.890). "Los valores son consistentes al año pasado. En septiembre las fábricas entregaron 40.166.194 litros de aceite al mercado interno. No hay inconvenientes en cuanto a la oferta”, expresó Alcaraz y agregó que ellos no pueden opinar sobre la venta dosificada porque no saben qué ocurre: “No hemos averiguado por qué falta porque no nos corresponde".

Aceite de Oliva Real -




Injerto de olivo

Esta es la secuencia del injerto que realizamos en un olivo. 
Mi vecino Diego que es un artista es el que me anima en todas estas aventuras, yo solamente ayudo y aprendo, sabe un montón de cosas, se guía por la luna, sigue unas pautas, es un artista, está jubilado y como yo le digo " -Diego Ud. tiene todo el tiempo del mundo, yo vengo a descansar después del trabajo, pero ya me vengaré cuando me jubile y le haré la competencia ".
A este olivo le tengo mucho cariño y me ha dado mucha sombra, entre una rama y un poste que tengo a modo de tendedero, engancho una hamaca de cuerdas. Si pudiera quejarse seguro que a mí me no me tendría en gran estima, pues han sido muchas las siestas que me he echado debajo de él y nunca se ha quejado soportando mi peso (gracias).
Las aceitunas que ha dado no son muy grandes por eso Diego me convenció para que le talará 3 de las cuatro ramas, (la de enganche y sombra ¡ni tocarla!). Una vez taladas se trajo de un olivo suyo (de manzanilla) unas ramitas, las fue cortando dejándola entre diez o quince centímetros. Luego por la parte más gruesa las hizo forma de cuña. Con un palo seco a modo de cuña abrió un poco la corteza del tronco y allí metió las espitas una a una, hasta cuatro por corona. Una vez insertadas yo cogí un poco de tierra, la humedecí y fui tapando todo el corte del tronco. De un saco de patatas de cuerda corte unos trozos rectangulares y empezamos a ponerle una especie de venda a todo alrededor. Lo aprisionamos con cuerda bien prieto y así en los tres muñones. He seguido el proceso y los primeros días humedecían la tierra para que los injertos se mantuvieran frescos, así durante varias semanas.
El tiempo fue pasando y el resultado el que se ve. Como le digo algunas veces a Diego "- Tiene Ud. unas manos... es un artista de los injertos.



Vivero San Gabriel - Injertos de Olivos

Video sobre Injertos de Olivos - Ingeniero Fabian Teran en Vivero San Gabriel, integrante de Sierras de Mazán S.A.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Olivicultura y Oleicultura




                                      http://www.ujaen.es/huesped/planestra/2/2h.html




Diagnóstico

Introducción y referencias básicas

     Cuando nos referimos al “complejo agroalimentario de los aceites de oliva”, hacemos mención al conjunto de agentes y de transacciones o intercambios que se producen en la secuencia producción-consumo de aceites de oliva. Incluye, por lo tanto, a distintos agentes, empresas y a sus relaciones: empresas suministradoras de inputs o servicios (maquinaria agrícola, maquinaria industrial, empresas de fertilizantes, gabinetes de asesoramiento, instituciones financieras, etc.), agricultores (olivicultores), almazaras (asociativas, industriales y privadas), refinerías, industrias extractoras de orujo, corredores, envasadoras (integradas o no en almazaras), el sector de la distribución comercial que pone los aceites al alcance de los consumidores, los propios consumidores, las industrias de conservas u otras alimenticias, empresas de cogeneración de energía, industrias elaboradoras de cosméticos, etc. Como vemos nos enfrentamos a una realidad compleja.
     En este sentido, nuestro objetivo es analizar la realidad de la olivicultura —sector productor de aceituna— y de la oleicultura —sector productor de aceite de oliva virgen— provinciales, cuyos protagonistas son prácticamente los mismos, debido al gran peso del cooperativismo oleícola en nuestra provincia, por lo que las consideraremos como una sola realidad.
     La consideración de “sector estratégico” del olivar y del aceite de oliva es incuestionable y no sólo por su aportación a la riqueza y al empleo provinciales, sino también por las repercusiones sociales, ambientales y culturales.
     La provincia de Jaén, con 550.000 hectáreas de olivar, representa el 25 por 100 de la superficie española y el 42 por 100 de la andaluza, aproximadamente, produciendo en torno al 40 por 100 del total nacional de aceites de oliva. Desde una perspectiva interna, el 78 por 100 de la superficie agrícola de la provincia se destina al cultivo del olivar, que es mayoritariamente de aceituna para almazara.
     Por otro lado, el concepto de “aceites y derivados” representa más del 90 por 100 de la producción final agrícola de la provincia, porcentaje que adquiere una importancia manifiesta si se considera que el sector agrario en el conjunto de actividades económicas supone alrededor del 20 por 100.
     Las cifras anteriores son claros indicadores de la importancia del sector olivarero y oleícola en la economía provincial, constituyendo un recurso esencial para una buena parte de la población, sobre todo, por la gran cantidad de mano de obra que ocupa tanto directa como indirectamente. En este sentido, una campaña normal genera, aproximadamente, 8 millones de jornales de recolección y más de 150.000 de molturación, cuyo valor económico es de alrededor de 40.000 millones de pesetas.
     Además de considerarse generador de rentas y de empleo, el olivar jiennense ha de concebirse como un sector que satisface necesidades de carácter ambiental, de ordenación del territorio, de equilibrio social y de defensa de la explotación familiar, ante las nuevas funciones que la sociedad demanda al medio rural.

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Situación actual y tendencias

     La denominada “Reforma de la OCM” del aceite de oliva, materializada transitoriamente en el Reglamento (CE) n¼ 1638/98, de 20 de julio de 1998, por el que se modificaba el Reglamento n¼ 136/66/CEE, de la organización común de mercado (OCM) en el sector de las materias grasas, ha sumido a la olivicultura y a la oleicultura en una etapa de incertidumbre. En efecto, el escenario en el que hasta el 1 de noviembre de 1998 se desenvolvía el sector ha cambiado: se ha suprimido el mecanismo y precio de intervención y con ello el “precio y comprador seguros”; se ha eliminado la ayuda al consumo y el régimen de los pequeños productores; se ha asignado una cantidad máxima garantizada a cada país —cantidad nacional garantizada (CNG)— por la que se recibe la ayuda a la producción; etc.
     Ante este nuevo escenario, menos proteccionista, el sector olivarero y oleícola ha de adaptarse actuando de forma diferente a como lo ha hecho hasta el momento y los agentes sociales y la administración han de articular instrumentos nuevos que acompañen la necesaria adaptación y modernización del sector, cada vez más urgente como consecuencia, además de los cambios en las políticas de apoyo al sector, del incremento de producción de aceites de oliva y de la competencia de otros productos.
     Es cierto que la olivicultura y oleicultura provinciales se enfrentan a serias amenazas como las señaladas, pero también a grandes oportunidades. Si actúa aprovechando estas últimas y frenando o amortiguando el impacto de las primeras, se transformará en un sector competitivo y en un verdadero motor para el desarrollo provincial. En la medida en que esto no lo consiga, la socioeconomía provincial se resentirá seriamente.
     Las oportunidades para el sector tienen su origen, básicamente, en cuatro ejes: los cambios en los hábitos de consumo, el binomio estructura de la demanda/comportamiento del consumidor, la consideración sociopolítica del olivar y del aceite de oliva y la aparición de nuevas industrias.
     Ante la situación descrita, cabe preguntarse cómo está el sector. En otras palabras, cuáles son los rasgos que definen su comportamiento y la tendencia seguida en los últimos años. En este sentido, los elementos definitorios del modelo sectorial provincial, pueden resumirse en:
  • Realización de fuertes inversiones que han modernizado tecnológicamente el sector. Las inversiones han permitido mejorar la rentabilidad de las explotaciones olivareras y dotar a las almazaras de los últimos avances tecnológicos. Los efectos de estas medidas han posibilitado un incremento de la productividad de las explotaciones y una mejor calidad de los aceites obtenidos. Nos encontramos, por lo tanto, ante un sector tecnológicamente avanzado.
  • Una comercialización deficiente. El sector presta una atención prioritaria hacia el mercado de graneles, de tal modo que cerca del 90 por 100 del aceite obtenido en la provincia se comercializa a granel, perdiéndose, con ello, el valor añadido que generan las actividades de comercialización del aceite envasado.
  • Una escasa concentración y/o cooperación intersectorial real que imposibilita obtener economías de escala y alcance, así como emprender acciones comerciales de cierta envergadura. En este sentido, hemos de señalar que últimamente están surgiendo algunos proyectos de cooperación con distintos objetivos, encaminados básicamente hacia el logro de organizaciones con dimensión crítica que permitan ganar poder de negociación en el mercado de origen y/o abordar los mercados de destino. En cualquier caso, la mayoría de los modelos de cooperación surgidos hasta ahora tienen una orientación más formal que ejecutiva.
  • La existencia de una débil cultura empresarial, sobre todo, en el cooperativismo oleícola, de tal modo que, salvo contadas excepciones, los socios perciben a “la cooperativa” como el mercado final. En definitiva, los cooperativistas no se sienten empresarios y, obviamente, no son conscientes de que su entidad es una empresa. Éstas se limitan a transformar la aceituna en aceite, almacenarlo, envasar una pequeña cantidad y esperar que la mayor parte del aceite producido se lo compren a granel las grandes empresas del sector. Las cooperativas, en suma, no se implican en las tareas de comercialización y, salvo un número escaso de las mismas, tampoco integran actividades hacia el origen que podrían ahorrar costes, tales como la compra de inputs en común o el acceso en común a ciertos servicios de asesoramiento técnico, de laboratorio, etc.
     Por otro lado, contrasta el alto desarrollo del cooperativismo oleícola con la escasa o nula existencia del cooperativismo olivarero, situación que es más llamativa considerando que el olivar jiennense posee un rasgo estructural muy negativo que afecta a la rentabilidad del mismo, como es el escaso tamaño de sus explotaciones.
  • El predominio en el sector de la orientación hacia el producto y no hacia el mercado. Los productores se consideran como “fabricantes de aceite a granel”, no como “vendedores o comercializadores de aceite”.
  • La escasa profesionalización del sector.

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Análisis del entorno

OPORTUNIDADES
     Las oportunidades para el sector olivarero/oleícola provincial pueden agruparse en cuatro grandes apartados: cambios en los hábitos de consumo, el binomio estructura de la demanda/comportamiento del consumidor, la consideración sociopolítica del olivar y del aceite de oliva y la aparición de nuevas industrias.
a) Cambios en los hábitos de consumo
     El comportamiento de los consumidores respecto a la compra de alimentos se ha modificado sustancialmente en los últimos años, pasando de ser considerada como una tarea rutinaria y de escaso riesgo, a una actividad de alta implicación, a medida que los consumidores son más conscientes de la relación entre dieta y salud. Esta nueva orientación en el comportamiento de compra de alimentos se ve impulsada por dos factores: el nivel de renta y el aumento del nivel formativo-cultural, de manera que, a medida que aumenta el primero y/o el segundo, los consumidores cambian la estructura de su “cesta de alimentación”, buscando productos más saludables y de más calidad.
     Estas transformaciones representan grandes oportunidades para el sector productor de oliva virgen provincial. En efecto, los consumidores buscan con mayor frecuencia, productos naturales (sin aditivos ni conservantes), más saludables, de mayor calidad, etc., a medida que son más conscientes de que adquirir alimentos sanos es invertir en salud. Asimismo, buscan productos obtenidos mediante prácticas respetuosas con el medio ambiente y están dispuestos a pagar un precio mayor por ellos por dos motivos: porque son productos más saludables y, sobre todo, porque quieren premiar a los agricultores que hacen esfuerzos por mantener las condiciones ambientales y no agredir a la naturaleza.
     En resumen, la tendencia creciente a un mayor consumo de productos naturales, más saludables, de mayor calidad, obtenidos con prácticas respetuosas con el medio ambiente es un elemento clave que favorece el incremento del consumo del aceite de oliva virgen en los mercados. A ello contribuye, sin duda, el consenso existente en reconocer las ventajas saludables y terapéuticas de los aceites de oliva, lo que se traduce en una disminución de la elasticidad de la demanda frente al precio, así como en el reconocimiento mundial del carácter saludable de la dieta mediterránea, en la que uno de los componentes fundamentales es el aceite de oliva.
     Finalmente, los consumidores que buscan indicadores de calidad como medio de reducir el riesgo en la compra, valoran, cada vez más, las denominaciones de origen como expresión externa de la misma. En este sentido, los aceites de oliva vírgenes extra —los únicos que pueden calificarse con denominación de origen— poseen ventajas notables, al posicionarse como “aceites extraordinarios”.
b) Estructura de la demanda/comportamiento del consumidor
     Un rasgo característico en el mercado de los aceites de oliva es el incremento del consumo a nivel mundial, sobre todo, en aquellos países no productores con elevada renta per cápita, tales como Estados Unidos, Japón, Canadá, Australia, Alemania, Reino Unido, etc. La causa fundamental que explica este comportamiento de la demanda es, sin duda, el carácter de producto saludable de los aceites de oliva.
      No obstante, pese a la lectura positiva que ha de hacerse de este aumento del consumo, máxime en una época en la que la tendencia es a disminuir la ingesta de grasas, los aceites de oliva son productos que se consumen, fundamentalmente, en las zonas productoras, donde la fidelización de los consumidores hacia los mismos es muy alta, como lo demuestra el hecho de que el consumo se recupera rápidamente cuando los precios están en niveles normales y decae lentamente a medida que los precios aumentan. Lo acontecido a finales de 1995 y durante el año siguiente confirma lo que señalamos; en efecto, en este período, los precios de los aceites de oliva subieron de forma anormal, como consecuencia de la escasa producción, y el consumo se resintió, de tal modo que la cuota de mercado del aceite de girasol superó a la de los aceites de oliva. Sin embargo, este incremento de la cuota del girasol no se debió tanto al incremento del consumo de este producto como al descenso del consumo de aceites de oliva, es decir, la mayoría de los consumidores siguieron utilizando aceites de oliva, pero de forma menos frecuente y/o en menores cantidades. Al año siguiente, cuando los precios volvieron a niveles razonables, el consumo de aceites de oliva volvió a la normalidad.
     Una cuestión de interés es el incremento, aunque leve, en el uso de los aceites de oliva en el sector de hostelería y restauración. Es ésta una oportunidad importante debido a la tendencia creciente a comer fuera de casa y, consecuentemente, a consumir menos cantidad de aceites de oliva en el hogar, por lo que, si en los establecimientos de hostelería y restauración no se utilizan estos productos, el consumo decaerá en los próximos años.
     Finalmente, hay dos cuestiones relevantes. Nos referimos al desconocimiento, tanto de la existencia del aceite de oliva virgen, como de sus propiedades diferenciales, por una buena parte de los consumidores. Así, en nuestro país, el 20 por 100 de los responsables de compra de alimentos en el hogar no sabe que existe el aceite de oliva virgen, y no nos referimos a hogares en los que no se utiliza el “aceite de oliva” —mezcla de virgen y refinado— sino incluso en los que se consume el mismo. En segundo lugar, la imagen que los consumidores españoles poseen del aceite de oliva virgen es notablemente
peor que la que tienen del “aceite de oliva”. Los consumidores creen que este último es de sabor y olor más agradables que el oliva virgen, más beneficioso para el corazón, que tiene mejores efectos para regular el colesterol, que es de igual calidad, que dura más frituras y que engorda menos. Es de esperar que, a medida que se mejore el conocimiento del producto, su existencia y sus características distintivas, se incremente la demanda del aceite de oliva virgen, sobre todo, en aquellos segmentos del mercado que ya consumen aceite de oliva —aproximadamente el 60 por 100 de los hogares españoles— y que, por lo tanto, están habituados a pagar más por este aceite que por otros aceites comestibles.
c) Consideración sociopolítica del olivar y del aceite de oliva
     El olivar y el aceite de oliva es un sector apoyado institucionalmente desde las distintas administraciones, que lo consideran un sector estratégico. En este sentido, y a modo de ejemplo, el aceite de oliva está considerado como línea prioritaria de investigación en la política de I+D nacional y autonómica.
     De otro lado, aumenta la consideración del olivar como garante del medio ambiente cuando las prácticas agronómicas son adecuadas. Un olivar bien cuidado genera externalidades positivas, relativas a la protección del suelo y a la lucha contra la erosión hídrica, además de ser un ecosistema adecuado para determinada fauna.
     Por último, cada vez más las administraciones y la sociedad, en general, perciben el olivar como un elemento potenciador del desarrollo rural y como un elemento clave en la vertebración del territorio, debido a su influencia en el mantenimiento de la población en zonas rurales.
d) La aparición de nuevas industrias
     Actualmente se está desarrollando e investigando con mayor intensidad la obtención de productos alternativos obtenidos tanto de la poda del olivar, como de otros subproductos: energía eléctrica, abonos, alcoholes, antioxidantes, azúcares, carbón activo, cosméticos, etc. Estos “nuevos productos” están impulsando la aparición de nuevas industrias que son una oportunidad para el desarrollo del sector.
AMENAZAS
     El sector también está expuesto a serias amenazas. La principal es el incremento de la producción de aceites de oliva, tal y como apuntábamos con anterioridad. Otras amenazas tienen su origen en los cambios en la política agraria común y en la competencia de otros productos.
a) Características del mercado: oferta/producción y demanda/consumo
     Como hemos venido apuntando, la amenaza más seria para el sector es el incremento no controlado de la oferta, como consecuencia de la expansión de la superficie de olivar, tanto en España como en el resto del mundo, con el consiguiente aumento de la producción. A esta mayor oferta contribuye, además del crecimiento de la superficie plantada —una buena parte de olivar intensivo y/o de regadío—, la incorporación de las mejoras técnicas y de investigación al sector. Esta situación está provocando incrementos de la oferta que, de no acompañarse por un comportamiento de la demanda en la misma dirección, tendrán como consecuencia la disminución de los precios y, por ende, de la renta de los olivareros, perjudicando la situación más a aquellos que poseen olivares poco productivos.
     La situación descrita está auspiciada por la consideración del olivar como un sector rentable, aunque, a medio y largo plazo, esta rentabilidad puede peligrar si la oferta no se adecua a la demanda a un nivel de precios satisfactorio.
     Otras amenazas que podemos incluir en este apartado son: la posición dominante de las grandes cadenas de distribución sobre la industria oleícola; las barreras de entrada, fundamentadas en la costumbre y tradición, que dificultan la expansión del mercado en ciertos países, fuera del área mediterránea; y la actual estructura de la demanda de aceites vegetales fluidos comestibles en España, caracterizada porque el aceite de oliva más consumido es el denominado “aceite de oliva”, seguido del aceite de girasol, siendo la cuota de mercado del oliva virgen reducida (15 por 100, aproximadamente).
     A lo anterior, habría que añadir que el desconocimiento del aceite de oliva virgen a que antes hemos aludido en el apartado de oportunidades, es una amenaza si no se toman las oportunas medidas de comunicación, encaminadas a que los consumidores conozcan los aceites vírgenes y sus cualidades diferenciadoras.
b) Competencia vía productos
     La existencia de productos sustitutivos de menor calidad, pero de un precio más reducido, hacia los que puede desplazarse la demanda si los precios de los aceites de oliva se elevan por encima de un precio umbral; la aparición y desarrollo de aceites que poseen características nutricionales semejantes a los aceites de oliva; así como la posibilidad de comercializar productos obtenidos mediante mezclas de aceites de oliva con aceites de semillas, prohibidas en España pero no en la Unión Europea, son factores que pueden frenar el desarrollo del aceite de oliva virgen.
c) Cambios en la política agraria
     Los cambios en la Política Agraria Común en el sector de los aceites de oliva están orientados, básicamente, hacia dos direcciones: una mayor liberalización y un “reparto de la ayuda” por países. Los elementos más significativos de la reforma transitoria de la OCM del aceite de oliva y sus posibles impactos sobre el sector son los siguientes:
  • Supresión del mecanismo y precio de intervención en el sector, lo que implica:- La eliminación del comprador seguro y del pago cierto. Hasta el 1 de noviembre de 1998, un oleicultor tenía aseguradas en torno a 500 pesetas por kilogramo de aceite, considerando lo que percibía por la ayuda a la producción y el precio de intervención que, dependiendo de la calidad del aceite, le garantizaba la administración. Ahora, la seguridad de la venta ha desaparecido.
    - La pérdida del precio de referencia básico en campañas de elevada producción. En este sentido, no hay que olvidar que una buena parte de los productores actúan vendiendo el 90 por 100 del aceite a granel a las grandes empresas que operan en el sector, por lo que estas últimas ofrecían como mínimo un precio igual al de intervención, pero al no existir éste puede ocurrir que cuando haya una gran oferta los precios caigan a niveles muy bajos. A esta circunstancia contribuye la inexistencia de acuerdos de concentración y/o cooperación en el sector que permitan controlar la oferta (en la actualidad está en proceso de constitución la Compañía Española Comercializadora de Aceite, S.A.).
    - La pérdida del poder de negociación de los productores en origen por cuanto no puede exigirse un precio mínimo de venta, sino que éste dependerá exclusivamente de la situación de la oferta y la demanda.
    - Las prisas por vender el aceite, intensificándose la competencia en origen y, consecuentemente, la caída de los precios.
  • Asignación de la ayuda a la producción, en función de una Cantidad Nacional Garantizada por país que, para el caso de España, no cubre el nivel de producción de una buena campaña. En estos casos, los aceites italianos y griegos percibirían una cantidad mayor de ayuda y, con independencia de su efecto en la renta de los productores de estos países, haría menos competitivos a los aceites nacionales al estar “menos subvencionados”.
  • Liberalización de la agricultura que reducirá las ayudas al sector para exportar y provocará, mediante la progresiva eliminación de la protección en frontera, un incremento de la competencia en el mercado de origen, como consecuencia de la entrada de aceites más baratos procedentes del N de África.

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Análisis interno

FORTALEZAS
     Con el denominado análisis interno pretendemos conocer las fortalezas y debilidades del sector olivarero/oleícola provincial y medir así su “predisposición competitiva”.
     Las fortalezas se refieren a los elementos internos del sector que, de aprovecharse y orientarse en la dirección de las oportunidades, pueden ser fuente de ventajas competitivas. Por contra, las debilidades se concentran en déficit que hay que tratar de cubrir.
     Las fortalezas del sector se articulan en torno a tres dimensiones: las características del propio producto y su adecuación a las demandas de los consumidores, el liderazgo del sector provincial que podría transformarse en dominio potencial de los mercados —obviamente mientras este dominio no sea real, estamos hablando de una debilidad— y de la apuesta del sector por la calidad de los aceites obtenidos.
a) Características del aceite de oliva virgen como producto
     El principal punto fuerte del sector del olivar y del aceite de oliva es el propio producto. Los aceites de oliva, en general, y los vírgenes de calidad, en particular, poseen un conjunto de características y/o atributos que pueden convertirse en ventajas competitivas si son debidamente explotados desde un punto de vista comercial. El conjunto de factores mencionados en el apartado de oportunidades, cuando nos referíamos a los cambios en los hábitos de consumo, contribuyen a la alta consideración de los aceites de oliva y, sobre todo, de los vírgenes de calidad.
     En segundo lugar, los olivareros, cada día más, están incorporando técnicas de cultivo respetuosas con el medio ambiente y/o cultivando olivar ecológico. Los aceites de oliva procedentes de estos olivares son ampliamente demandados y lo serán mucho más en el futuro, al satisfacer necesidades o deseos de la demanda.
     Finalmente, otra cuestión de interés es que el aceite de oliva virgen obtenido de la variedad “picual”, mayoritaria en la provincia de Jaén, posee características propias que lo configuran como un aceite muy estable, altamente saludable y que puede almacenarse durante un tiempo al no ser tan perecedero como el procedente de otras variedades.
b) Aspectos relacionados con la calidad
     Los consumidores demandan productos de calidad y es este atributo la condición necesaria para que el sector tenga presencia en los mercados finales. El sector ha hecho grandes esfuerzos para mejorar la calidad de los aceites obtenidos, sobre todo, en la fase de transformación, modernizando las almazaras. También, aunque en menor medida, mediante la incorporación de nuevas técnicas de cultivo y de recolección que tienen su impacto en la calidad final de los productos obtenidos. Esta mejora de la calidad puede no encontrar la compensación adecuada si no se cambia la estructura actual de la demanda de aceites de oliva. En efecto, puede ocurrir que obtengamos aceites vírgenes de calidad, pero si el consumidor sigue demandando el “aceite de oliva”, es posible que haya que refinar los aceites de calidad, cuestionándose la validez de los esfuerzos por conseguirlos. En definitiva, obtener calidad es importante siempre y es la condición necesaria, pero con ello no basta, hay que colocar “la calidad” en los mercados y conseguir que sea apreciada por los consumidores.
     En consonancia con la apuesta por la calidad, están proliferando las denominaciones de origen, cuyo aspecto más positivo es que inculcan en los olivareros y oleicultores la cultura de la calidad.
c) Liderazgo mundial del sector provincial
     Los productores de la provincia concentran una buena parte del aceite de oliva virgen producido en el mundo, mientras que las grandes empresas compradoras están desvinculadas de los primeros eslabones de la cadena agroalimentaria. Este liderazgo no se traduce, actualmente, en un dominio de los mercados, pero evidentemente, es incuestionable que un cambio en la actitud del sector apoyado en las ventajas del “liderazgo potencial” sería altamente beneficioso. Un dominio que ha de entenderse no como abuso dominante, sino como la configuración de un marco estable de precios y regulación de mercados.
DEBILIDADES
     Por lo que respecta a las debilidades del sector, éstas se articulan en torno a cinco núcleos centrales: la atomización del sector versus cooperación/concentración, los rasgos estructurales, la deficiente comercialización, la escasa profesionalización del sector y la débil cultura empresarial. Los elementos mencionados articulan un sector oleícola orientado hacia el producto y no hacia el mercado, que hace que el sector otorgue mayor importancia a las medidas encaminadas hacia lo “tangible” y menor a las cuestiones relativas a la comercialización.
a) La atomización del sector o la insuficiente cooperación inter e intrasectorial
     Un rasgo fundamental en el sector productor de oliva virgen provincial es el insuficiente nivel de concentración de oferta, perdiéndose con ello la posibilidad de un mayor poder de negociación en el mercado y de abordar acciones comerciales de cierta envergadura. Es cierto que existen cooperativas de segundo grado e, incluso, una de tercer grado que, a priori, tendrían que ser utilizadas para comercializar en común, con las ventajas propias y conocidas de la concentración de la oferta, pero la realidad es que, salvo contadas excepciones, las cooperativas de segundo grado “facturan en común”, que es requisito legal, pero venden por separado. Esto es, existe una concentración formal pero no real. A este punto nos referiremos más adelante al hablar del cooperativismo oleícola.
     Por otro lado, son escasos los acuerdos de cooperación con otras entidades o agentes que actúan en el ciclo producción-consumo de los aceites de oliva y que podrían traducirse en un incremento de los beneficios del sector.
     Finalmente, hay que destacar, el escaso asociacionismo en la fase de producción de aceituna, perdiéndose, con ello, la posibilidad de obtener inputs a más bajo precio, a la par que tener acceso a determinados servicios tales como asistencia técnica para la modernización de las explotaciones y para la instalación de nuevas tecnologías y técnicas de cultivo, formación, etc.
b) Débil cultura empresarial
  • Sector productor contrario a asumir riesgos y con un importante desconocimiento de los mecanismos de mercado. No considera necesaria ni importante la información sobre demanda, oferta, precios, etc.
  • El predominio del cooperativismo oleícola que domina la producción provincial y que, sin embargo, no funciona empresarialmente, como consecuencia de que el socio percibe la cooperativa como una institución ajena que le resuelve el problema de la venta y los trámites administrativos. En definitiva, el socio toma a la cooperativa como “el mercado final”, por lo que cuando entrega la aceituna en la misma supone que su tarea ha finalizado y que la venta es responsabilidad de otros. Resulta sorprendente, en este aspecto, cómo aquellos socios que son excelentes empresarios en otras actividades no se comportan de igual forma cuando actúan como cooperativistas, llegando a inhibirse del proceso de toma de decisiones en esta institución. Incluso, el cooperativismo de segundo o ulterior grado ha resuelto poco hasta el momento, debido a que la integración asociativa es más formal que real, no consiguiéndose los efectos comerciales, aunque sí los relativos a percepción de ayudas. En suma, ausencia de orientación hacia al mercado.
     Lo que hemos indicado anteriormente, sobre el escaso asociacionismo olivarero, ha de interpretarse también como una reducida cultura empresarial, donde los olivareros buscan actuar individualmente, aunque el coste de la gestión sea mucho más elevado que si lo hicieran colectivamente.
  • Escasa visión empresarial de la actividad oleícola por los productores. En este sentido, el sector cree que su misión es fabricar aceite, no vender aceite, y esta concepción tal vez fuera válida en una época más protegida, en la que la venta era segura, ahora esta situación ha cambiado y, por lo tanto, la concepción de la actividad oleícola también ha de hacerlo.
c) La escasa profesionalización del sector
     Es ésta una de sus grandes debilidades, constituyendo una cuestión de tanta importancia que condiciona su desarrollo, frenándolo en exceso y no dotándolo del dinamismo que los nuevos tiempos demandan. Esta escasa profesionalización provoca una débil o nula orientación al mercado y una ausencia de gestión empresarial, que se materializa en una ineficiente gestión comercial y en una marcada debilidad organizativa en las actividades de suministro de inputs, lo que dificulta la obtención de economías de escala productivas y comerciales, impide mantener negociaciones con las grandes empresas de distribución en una posición de equilibrio y no de inferioridad y hace poco viable abordar actividades de I+D, crear marcas, hacer publicidad, etc. En este sentido, poco se pueden aprovechar las oportunidades que plantea el entorno relativas a la competitividad del producto, si se carece de las capacidades necesarias.
d) Comercialización deficiente
     Destacamos en este apartado algunas cuestiones relativas al comportamiento del sector, con gran influencia en los aspectos comerciales y que afectan a su propio desarrollo:
  • Escasa implicación del sector productor en los mercados finales. Los productos que se obtienen en las almazaras no siempre son los que demanda el consumidor final, existiendo la necesidad de una adaptación productiva que no es efectuada por los propios productores. Los productos que las almazaras comercializan en el mercado de origen son, fundamentalmente, el virgen para envasar y el refinable base 1¼, que son aceites que se utilizan para ser envasados directamente o para encabezar refinados, o bien aceites lampantes que hay que refinar. Nos encontramos, pues, con un problema, lo que fabrican las almazaras no es, en general, lo que “puede venderse” en el mercado. En este contexto, los productores llevan a cabo una labor de transformación y almacenamiento, configurándose como meros suministradores de materias primas. A la vez, esta práctica cuestiona la política de calidad o, cuando menos, no se aprovecha al máximo.
  • Denominaciones confusas para la identificación de los aceites de oliva que no permiten que el consumidor infiera las características diferenciadoras entre los mismos y que perjudican el desarrollo del oliva virgen.
  • Grandes y drásticas oscilaciones de precios en el mercado, debido a la falta de control sobre la oferta que imposibilita el control de los precios en origen ante los efectos coyunturales de algunas campañas. Este aspecto está estrechamente relacionado con la excesiva atomización del sector.
  • Débil distribución comercial del oliva virgen. Aunque en los últimos años la presencia de este producto en los lineales de los establecimientos comerciales ha crecido, aún es difícil encontrarlo en ciertas zonas de la geografía nacional.
  • Desconexión entre productores y envasadores y visión de éstos últimos por el sector productor como competidores y no como posibles colaboradores.
  • Realización de pocas acciones promocionales genéricas o marquistas por el sector productor.
e) Rasgos estructurales
     Un conjunto de características estructurales no incluidas en los apartados anteriores, actúan como grandes déficit del sector, algunas de las cuales explican el comportamiento del sector olivarero/oleícola provincial. Nos referimos a las siguientes:
  • Existencia de explotaciones tradicionales de olivar, de bajo rendimiento en ciertas zonas, con limitaciones productivas que hacen difícil su competitividad y, por tanto, su supervivencia, a medida que el mercado se liberaliza.
  • Explotaciones de pequeña dimensión que dificultan la obtención de economías de escala.
  • Ausencia de una representación real del sector.
  • La escasa consciencia del sector de sus propias carencias, que les lleva a no efectuar demandas ordenadas y priorizadas sobre investigación y es un freno para desarrollar actividades de planificación y acuerdos de cooperación con otros agentes.
  • Para una mayoría de oleicultores, la renta que obtienen del olivar tiene el carácter de renta complementaria. Esta circunstancia puede ser explicativa del distanciamiento de buena parte de los olivareros del proceso posterior a la entrega del producto en la almazara. Se concibe el olivar más como una inversión que como una actividad productiva.

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Árboles de problemas y de objetivos

     Del diagnóstico efectuado en el apartado anterior, se deduce el árbol de problemas, así como el correlativo de objetivos. En el primero hemos agrupado los problemas del sector en cinco grandes bloques secuenciales, siendo conscientes de que algunos de los problemas pueden ubicarse en más de uno, debido a que están estrechamente relacionados.



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Objetivos a alcanzar

     Con el análisis DAFO hemos mostrado la situación actual de la olivicultura y oleicultura provincial. De la situación actual se ha de pasar a una situación deseada; esto es, se ha de decidir dónde queremos estar. A tal fin, hay que definir objetivos y finalmente hay que decidir qué hacer para alcanzarlos, cómo y cuándo hacerlo. En este epígrafe, trataremos de responder a la primera de las cuestiones planteadas.
OBJETIVO GENERAL
     El objetivo clave que se ha de perseguir con las estrategias y actuaciones recogidas es aumentar la competitividad del sector, a través de una mayor orientación al mercado y de la mejora de la productividad, en el marco del desarrollo sostenible. En definitiva, se trata, por un lado, de conseguir un cambio en la orientación de la olivicultura y oleicultura provincial, en el sentido de conseguir una mayor vinculación con el mercado, de tal forma que el sector tome consciencia de que el futuro está estrechamente relacionado con la forma en que los productores sean capaces de satisfacer las necesidades y deseos de los consumidores.
     Por otro lado, se ha de aumentar la productividad del sector, en el marco del desarrollo sostenible, que ha de lograrse mediante una gestión más eficiente de las explotaciones olivareras e industriales que atenúen los déficit estructurales y que respondan a las demandas sociales.
     La finalidad última que se ha de perseguir con el logro del objetivo general es la de posicionar a Jaén como la capital mundial del aceite de oliva virgen.
OBJETIVOS INTERMEDIOS
Estos objetivos generales pueden lograrse a través de cinco objetivos intermedios:
  1. La mejora de la comercialización de los aceites de oliva, básicamente, mediante el desempeño de tareas que busquen conquistar mercados, de tal modo que el sector obtenga una participación importante del valor añadido que generan las actividades posteriores a la de transformación de la aceituna en aceite de oliva virgen. En definitiva, se trata de que el sector aborde las actividades de comercialización o marketing de forma eficiente.
  2. Una mayor profesionalización del sector, que contribuya a lograr la competitividad del mismo y lo impregne de unos nuevos comportamientos, más adaptados a las nuevas demandas.
  3. El aumento de la cooperación inter e intrasectorial. Se trata de inculcar en el sector la cultura de la cooperación como fuente de ventajas competitivas.
  4. Incrementar la productividad del sector, prestando una atención especial a la gestión racionalizada de los inputs y a la incorporación de los avances tecnológicos en la cadena producción-consumo.
  5. Desarrollar cultura empresarial, sobre todo, en las estructuras cooperativas, que impulse y dinamice la modernización del sector.
     Los objetivos anteriores están estrechamente relacionados, de modo que es prácticamente imposible lograr el objetivo principal si no se logran los intermedios conjuntamente.

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